Por José Manuel Beltrán
Espero que no os molestéis por lo que voy a escribir y, sobre todo, os pido vuestra comprensión. No es que lo lleve pensando mucho tiempo aunque la verdad, en estos últimos días ya estando cercana la decisión, me encuentro algo nervioso. El caso es que, por mucho que se quieras desvirtuar la fecha, todo es un proceso natural en el que nadie puede achacar nada, a nadie, y además proporciona un inmenso placer.
Estoy seguro que, en mi nuevo estado, podré disfrutar de caricias diferentes muy alejadas de todas aquellas que, por forzadas, algunas veces haya podido recibir. Sé que debo compartirlas, pues esa es una característica del bis, y también que no debo propiciar celos o actitudes con conlleven a ello. Si yo doy, a buen seguro que recibiré.