miércoles, 19 de mayo de 2010

El Efecto Espejo



por José Manuel Beltrán


Está claro que el espejo nos da un fiel reflejo de lo que es la realidad. Nada puede ser desvirtuado, ni siquiera con la imaginación, pues la imagen reflejada es la que es, te guste o no. La única salvedad la encontramos cuando nos introducimos en esa vieja atracción de feria llamada “sala de los espejos” en la que, por mor del feriante, se han manipulado a propósito las curvaturas del cristal, solamente para nuestro regocijo, siendo así que pasaremos de un cristal a otro mostrándose deformada nuestra figura ante la carcajada propia y de quien nos observe.

Sin embargo son muy variadas las circunstancias en nuestra vida en las que, sin tener que encararnos físicamente con el citado material, nuestra mente actúa del mismo modo que un espejo salvo que utiliza trampas para, curiosamente, desvirtuar a la postre la realidad.


Son muchos los que han iniciado carrera universitaria y oficio basándose en la tradición, es decir, en la mayor o menor imposición –fundamentalmente paterna- de continuar la saga familiar. Hijo de abogado, médico, ingeniero agrónomo, dentista, y ya no digamos cuando de negocios familiares se trata. Esta es una forma de ver ese Efecto Espejo en el que, la tradición familiar queda reflejada en el desarrollo de nuestras vidas aún cuando, en algunos casos y al principio, pueda no se de nuestro agrado.

Se produce lo mismo cuando –y todos en algún momento hemos pasado por ello- acudimos a realizar esos clásicos test psicológicos que dan paso a una entrevista de trabajo. Aquí, el Efecto Espejo, será mucho más acusado en quien está dirigiendo la entrevista máxime si no ha dispuesto un buen patrón de desarrollo de la misma. Quiero decir que, quien entrevista, perderá su objetividad sobre los aspectos fundamentales de la persona y puesto a ocupar si aprecia, en quien está entrevistando, cuestiones muy afines a su misma persona. Vaya, eso que otros dicen: “más vale caer en gracia que ser gracioso”. Luego, una vez obtenido el puesto, quizá tenga que reconocer que su elección no fue la adecuada y todo por haber elegido en base a su propio efecto espejo.

Existe una regla generalizada en muchas empresas de efectuar, al igual que ya se hace en los estudios de primaria y secundaria, un informe de evaluación y desarrollo profesional del trabajador como complemento al de consecución de objetivos. Quien lo realiza, generalmente quien tiene a esos trabajadores bajo su dirección, debe dejar de lado sus sentimientos personales y de afinidad para centrarse, objetivamente, en los datos y en la calidad de lo realizado. Pero, la calidad de lo realizado por otro no tiene por qué tener como tope la efectuada por ti, en el caso de que seas tú quien realice ese informe. Es aquí cuando se pone con mayor evidencia ese Efecto Espejo al que aludo. No se puede juzgar a otro mirándote en ti mismo como la raya que separa lo bueno de lo mediocre.

Si cabe, el mismo efecto lo aplicamos en muchas ocasiones con nuestros congéneres más inmediatos incluso mas allá de su emancipación. Y que conste que esto empieza nada más nacer uno porque, quien no ha soltado la clásica frase ante el recién nacimiento de un bebé: Mira, mira, si los ojitos son iguales que los de su padre/madre. Ya veis, tan temprano comienza el desarrollo del Efecto Espejo.

Salud, ciudadanos.

7 comentarios:

  1. Hay gente que sigue toda la vida de sus padres convirtiendose en un reflejo de los mismos. Otros dicen ser completamente distintos y en cambio los que les ven de fuera ven a un clon de su progenitor.

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  2. El espejo no sólo devuelve nuestra imagen física sino también nos devuelve la desnudez del alma. Si esta es limpia, nuestro juicio también lo será.
    Si miramos otras almas con "buenos ojos" ellas nos reflejarán buenos sentimientos tal cual un espejo. Nuestros hijos, nuestro entorno familiar y laboral se miran en nuestro espejo, por qué no devolverles nuestras mejores galas.
    Es lícito que en la emisión de juicios internos constantes sobre las personas que nos rodeen, también sintamos el reflejo positivo o negativo de ellas.
    Nuestros hijos de forma natural crecen observándonos y si en algo nos imitan es normal siempre y cuando también vayan desarrollando su propia personalidad. Una casita más... joooo, no puedo decir que mis hijos han sacado el color de mis ojos. jeje
    Besitos ciudadano especial.

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  3. Teniendo en cuenta que nos pasamos la vida comparándonos con los demás... O bueno, oyendo cómo nos comparan con los demás, pues sí, está claro que el efecto espejo existe y está ahí, no?



    Besos, Ciudadano!!

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  4. También dicen son como dos gotas de agua, o de tal palo tal astilla.
    Es cierto que el entorno se ve a los hijos igual que a los padres, y nosotros mismos alguna veces también lo decimos, iguales en muchas cosas, los genes son los genes y lo que es impuesto también jeje .

    Un abrazo de MA ,ciudadano amigo de Marbella.

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  5. A ese efecto espejo lo llamo yo afinidad y esto es inevitable pues te suelen atrer las cosas con las que te identificas es indudable..es muy muy dificiñl ser objetivos....Un abrazo ciudadano...

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  6. Sou amiga de MA... Vim convidar pra ver meu último vídeo, no Blog: SENTIMENTOS.
    http://sentimentos-jacque.blogspot.com

    gracias

    Jacque

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  7. Efectivamente, los hijos al ser educados por nuestros padres y verlos actuar durante nuestra niñes y adolescencia, copiamos algunas de sus reacciones y al final somos como un reflejo de ellos, y tenemos unas ciertas afinidades, pero que luego vamos perdiendo con el tiempo, cuando nos vamos de casa y formamos una familia, con nuestra pareja y nuestros propios hijos.
    En nuestros días procuramos educarlos con su propia personalidad, para que nos les ocurra como a nosotros, que cometimos el error de copiar la conducta de nuestros padres que fueron dictatoriales.
    Una buena entrada,ciudadano,felicidades.

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