sábado, 27 de agosto de 2011

Carta de despedida.


por José Manuel Beltrán.

Desde la última remodelación, finalizada poco antes de las elecciones municipales, el parque contaba con el mismo número de árboles que antes, si bien los bancos se habían reubicado adecuadamente para poder guarecerse del astro rey. Aún así, Jenaro, prefería solazarse en el más cercano al estanque; elegido éste por su mayor frescor ambiental y por su menor distancia a la fuente que, de forma continua, dispersaba el chorro de agua ligeramente más allá de los límites del estanque. Pocos minutos después del mediodía, como si de un ritual se tratase, había terminado la somera lectura del periódico. Lo relacionado con la economía seguía acaparando su mayor atención, y era este detalle lo que denotaba su anterior profesión. Sin embargo, en ocasiones, la reiteración de tantas malas noticias, a sabiendas que ya no tendría que interpretarlas profesionalmente, le hacían sucumbir en un ligero sueño.

martes, 16 de agosto de 2011

Solo restan, 9 días hábiles


por José Manuel Beltrán.

El mes de agosto se acaba. Lo siento por los que todavía le queden vacaciones, por los maestros, por todos los ciudadanos de Pijolandia que pululan desde hace unos días por Marbella (ciudad en la que resido) y que no me dejan pasear tranquilo, cenar en ningún sitio de los de costumbre sin tener que esperar cola, hasta para tomarme un helado. Lo siento, por todos vosotros-ustedes incluso por los que, desgraciadamente, no han podido tomarse unos días de vacaciones –siempre bien merecidas aunque se esté en paro- pero, nadie va a cambiar que, más o menos, queden 9 días hábiles para finiquitar este mes de agosto.

sábado, 23 de julio de 2011

Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.


por José Manuel Beltrán.

No quiso abrir sus ojos, simulando seguir encerrada en la carcasa del sueño que acababa de terminar. Aún cuando lo recordaba como placentero, un escalofrío recorrió todo su cuerpo que se desparramaba desnudo sobre la cama. Con la punta de uno de sus pies logró alcanzar la arrugada sábana desplazada en el punto más lejano de la cabecera del catre.

Fueron suficientes unos suaves tirones, en los que el dedo gordo cumplió perfectamente con su misión, para que Alicia pudiese acariciar con los dedos de su mano la ligera prenda. Encogido todo su cuerpo en estado fetal, poco tiempo pasó para sentir en su piel los primeros síntomas de placer. El escalofrío se diluía y, al escuchar el sonido de la puerta cuando se cerraba, decidió que sus ojos continuarían en la misma posición.

sábado, 26 de marzo de 2011

Atraco, sin mano armada

Artículo publicado en el diario Marbella Express hoy, 26 de marzo de 2011

Por José Manuel Beltrán.

De todos ya es sabido, y desgraciadamente de un tiempo a esta parte cada vez más, las penurias que están padeciendo muchas familias españolas consecuencia de la denominada “crisis económica”. Hago constar que cuando hablo de familias, por mucho que les pueda doler a algunos, englobo a todas; es decir, también a las constituidas por personas del mismo sexo. La crisis no está respetando a nadie, ni siquiera a los que disponen de cualificación, preparación, experiencia, espíritu aventurero comercial y menos, por supuesto, a los trabajadores por cuenta ajena que son la mayoría. 

Es así como la Seguridad Social ve reducida su recaudación ante la ingente baja en sus registros de autónomos y trabajadores con cifras cada vez más alarmantes y que pueden hacer peligrar el sistema. No debemos olvidar que una persona dada de baja no representa tan solo una menor recaudación, dado que ese mismo hecho conlleva un mayor gasto al tener que satisfacer la cuota de su desempleo. De esta forma a los gestores les resulta muy difícil poder cuadrar las cuentas y ese es el motivo por el que retoman, con mayor esfuerzo si cabe, la labor inspectora para levantar bolsas de fraude.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Abdulah (Re-edición). Homenaje

por José Manuel Beltrán.

Publiqué este mismo artículo, allá por mayo de 2.010. Su desarrollo está contemplado como un relato breve en el que, como en todos los también escritos y rubricados por mí, intento reflexionar sobre cuestiones, más o menos habituales.
Desde hace seis días, todos los medios de comunicación nos vienen impactando con imágenes y noticias sobre la terrible desgracia ocurrida en Japón. Es así como, el debate sobre la energía nuclear traspasa la línea de lo científico, de lo político para adentrarse en la seguridad de nuestro planeta; para reflexionar sobre si nuestra existencia tendrá fecha de caducidad.
Os dejo con lo escrito en mayo. Todo lo demás, ciudadanos, queda a vuestro buen juicio.

Abdulah.

Mirando hacia la colina, las nubes despuntaban con su color grisáceo una incesante descarga de todo tipo de elementos, bien fuesen líquidos, sólidos o eléctricos. Los animales, presagiando el devenir, habían desaparecido; sin embargo, en la lejanía, todavía se podían ver a los que, por sus incapacidades físicas o por su enfermedad, su movilidad era más torpe. Abdulah, en función de su cargo dentro de la tribu, ordenó que todo el mundo recogiese los enseres más imprescindibles. No tardaron mucho en hacerlo pues los mismos eran de escasa cuantía; y es así que todo el poblado inició su camino por la misma sendera que los animales habían utilizado.

Quien hubiese ordenado que los cielos se portasen de tal forma no reparó en la magnitud de la catástrofe. No hubo ningún tipo de clemencia para nadie. Los cadáveres se acumulaban en el remanso de las aguas y fueron, muchos más, los que yacían envueltos en lodo y barro. La inmensa sabana se había convertido en un océano gigante de olor putrefacto. Al cabo de varias semanas Abdulah, a duras penas, bajó de la colina mostrando interés por un destello procedente de un árbol que, milagrosamente, se mantenía erecto. Le costó mucho esfuerzo llegar pues, como consecuencia del lodo, el peso que soportaban sus piernas hacía muy lento su caminar. Cuando, por fin lo hizo, observó a un hombre blanco cuya cabeza estaba resguardada por un casco metálico de color amarillo. Su vestimenta, si bien muy sucia, era extraordinariamente peculiar y nada acorde al lugar. Un traje, sin costuras y de una sola pieza, que cubría hasta sus pies. Al lado y entre las ramas, como si la providencia quisiera dar respuesta a lo sucedido, pudo ver una enorme placa metálica que justificaban los destellos. En ella se podía leer: Nuclear Station of Kinsaha. Danger. No Entry.

jueves, 10 de marzo de 2011

Eurocaraduras

por José Manuel Beltrán

El Parlamento Europeo, en la presente legislatura (2009-2014) se compone de un total de 736 diputados, originales de los 27 países miembros de la U.E. De ellos, un total de 50 europarlamentarios son de procedencia española. El Parlamento Europeo tiene dos sedes principales: Bruselas y Estrasburgo. En esta última se celebran, durante una semana al mes, los plenos parlamentarios. A su vez, en Luxemburgo, se ubica la secretaria general y los servicios administrativos.

¿Qué cuánto gana un eurodiputado o europarlamentario?.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Viaje y lista de bodas a la carta

Por José Manuel Beltrán

Me lo estoy pensando “muy mucho”; mejor dicho, me lo estoy pensando, pero que muy poco. Después de recibir una invitación de boda –a la que no podremos asistir, por eso de la distancia y otras causas- y leer la original reseña informativa del enlace ( ya se sabe: la familia tal y la tal, tienen el placer de invitarte al enlace de sus hijos, Pepito y Pepita, que se celebrará en…. “ya no es en iglesias o parroquias, ahora son colegiatas, catedrales o similares”; para después –sigue la misiva- desplazarnos a yo que sé cuántos kilómetros… “porque ahora está de moda celebrarlo en fincas, parajes naturales o cortijos” y terminar –cómo no- solicitando confirmación de asistencia; después de todo esto decía, se adjunta otro pergamino dónde se adjunta la información práctica.

lunes, 28 de febrero de 2011

Cociente intelectual de 110

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Por José Manuel Beltrán

Que ocupamos una de las últimas plazas del ranking europeo en lo referido a los conocimientos de nuestros alumnos de primaria y secundaria es un hecho tan manido que, desgraciadamente,  no seguimos dándole la importancia que realmente tiene. En cualquier caso, si se la damos, no nos esforzamos en aplicar medidas que puedan paliar esa difícil situación. Siempre se ha dicho –y por supuesto que con toda razón, pues biológicamente no puede ser de otra forma- que los jóvenes de hoy son nuestro futuro. Es por eso que invertir en ellos es invertir en el desarrollo de nuestro país excepto si cabe –y permítaseme la ironía- en lo relacionado con la política. Por todos es comprobable que el político, una vez aferrado al sillón, es muy difícil que sea removido del mismo (ni siquiera con el inicio de procesos judiciales en su contra) y el joven sino hastiado, terminará maduro y después veterano, sin haber podido desarrollar ninguna de sus impetuosas ilusiones y ya inmerso en ese “lobby” que se auto-gestiona solo. Resultado: no es necesario invertir en este apartado.

viernes, 28 de enero de 2011

Las palabras nunca matan, las balas puede que sí.

¿Por qué le tenemos tanto miedo a la libertad de expresión?

Artículo publicado en el diario Marbella Express el viernes, 28 de enero de 2.011

Por José Manuel Beltrán

“Las palabras nunca matan. Las balas, puede que si”. Lo correcto ahora sería escribir el nombre del eminente autor de la frase –no cabe duda que, si así lo hiciese, el texto quedaría más intelectual- pero no va a ser el caso. Y no lo va a ser porque –razón fundamental- su autor no ha adquirido ningún grado de eminencia y, a buen seguro, nunca lo adquirirá: el autor de la frase es quien suscribe. Dejando al lado este pequeño e insustancial preámbulo, sigo creyendo firmemente que las palabras –fueren las que fueren- nunca matan.

martes, 18 de enero de 2011

Perder el tiempo, sin hacer nada


Por José Manuel Beltrán

Aunque parezca que es una cosa fácil, realmente no lo es. Me refiero, tal y como el título indica, a esa circunstancia o forma de sentirse cuando uno no ha aprovechado bien el tiempo que dispone. Así que, si alguien te distrae o te incomoda con otra cuestión, poco después te quejarás de no haber podido hacer tal o cual cosa porque alguien te hizo perder el tiempo.

Dicen que con la edad, me refiero a la ya avanzada o la apropiada del ya jubilado –que por cierto, todavía no es la mía pero que desearía que llegase ya- el tiempo tiene menos importancia. Se supone –mal supuesto, creo yo- que el jubilado ya no tiene nada que hacer. Pienso que sí tiene por hacer muchas cosas, tantas con él quiera, claro. Otra cuestión es si tiene la obligación imperativa de hacerlas, muy diferente a la de los demás ya por el simple hecho de tener que ir a trabajar (por cierto que nadie se moleste si, desgraciadamente, este no es su caso).