miércoles, 11 de agosto de 2010

Morir de amor


Por José Manuel Beltrán

Un tanto alejado de los famosos versos que dan lustre a la canción interpretada hasta la saciedad por Miguel Bosé, me diluyo en los míos propios para hacer cantar a mi corazón. Desconozco, pues mis conocimientos musicales son solo eso: conocimientos, si las palabras escritas tendrán una mínima relación armónica; desconozco, si el compás es el correcto aunque mucho me temo que guardará la misma uniformidad, por incorrecta, que los pasos de una escuadrilla de reclutas en su primer día de instrucción. Me da lo mismo. Es mi corazón el que volatiliza palabras que solo pueden ser escuchadas por el mismo corazón. ¡Qué suerte tienes, granuja!. Tú te lo guisas, tú te lo comes.

Siento la felicidad dentro de un cansado cuerpo.
-Necesitas unas vacaciones, amigo-, le responde mi cerebro al corazón.
-No me extraña-. Esta vez el corazón ha respondido de forma audible.
No puede ser ciudadano. Tu cerebro está hablando con tu corazón y tú solo eres un simple espectador. Ni siquiera te conviertes en interlocutor. Tú estás perdiendo la razón.

He querido recobrar el normal sentido y acordarme cuando, en ocasiones, ves a alguien hablando consigo mismo. ¡Mírale, está hablando solo!. No debe estar bien de la cabeza.Seguro que su cerebro le está hablando al corazón. Seguro que su corazón le está respondiendo de la misma forma que, ahora, a mí me sucede.

-Sí, es verdad, necesitas descansar- responde el corazón, dándole razón al cerebro. Pero no solo de ese ritmo frenético, dadas las circunstancias, propio de tu actividad laboral. Necesitas también dar descanso a las ideas, a tus sentimientos, a tus deseos para los demás y, por qué no decirlo, a tus propios deseos.

-Pero no puedo.- El cerebro se resiste con todas sus fuerzas a la solicitud del corazón y explaya todo su contenido. -Quiero a la gente que me rodea. Me siento feliz cuando, por pequeños detalles, ellos son felices. Sonrío con sus sonrisas, sufro con sus problemas y trato que estos sean menores. Me duele, y mucho, que una mala lotería haya tocado en nuestra puerta. Pero también me siento orgulloso cuando, cada vez que abro esa misma puerta, una sonrisa ilumina mi corazón. Un beso, una mirada, un abrazo infinito al que le sobran las palabras. Una compañera.

-¡Para, para, por favor!. Estoy palpitando a un ritmo demasiado alto.-, respondió el corazón para, a continuación, sentenciar: Sigue disfrutando de ellos y con ellos. Por favor, no me hagas morir de amor.

Salud, ciudadanos.

11 comentarios:

  1. UFF!! ES DEMASIADO BONITO Y NO TENGO PALABRAS.
    SÓLO DECIRTE QUE TU CORAZÓN ES HERMOSO, NOBLE Y REPLETO DE AMOR.
    Jo, estoy llorando y no puedo seguir.
    Uno y mil besos ciudadano compañero.

    ResponderEliminar
  2. Jo, me ha encantado!
    Y ya veo que a mi Nuria, tb! No me extraña, la verdad.
    jejejej

    Un beso enorme, Ciudadano! Para los dos!

    ResponderEliminar
  3. Me has emocionado, ciudadano (y estoy en el trabajo.... ssshhhhhhhh.. a ver ahora cómo salgo de aqui con estos ojos que se me han quedaoooo).

    Eres una GRAN persona!!!

    Un beso enormeee!!!!

    ResponderEliminar
  4. Bueno, como siempres.
    Un abrazo Ciudadano y saluda a Nuria de mi parte.

    ResponderEliminar
  5. Querido amigo sabes llegarnos directo al corazón y emocionarnos con tus palabras lo haces en cada una de tus entradas,me ha gustado volver a visitarte,he estado algún tiempo apartada de Internet por problemas con mi ordenador,pero ya esta resuelto, volveré a visitarte.
    Un besito y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  6. ¡Que bonito!, tienes un corazón que no te cabe en el pecho, ciudadano.
    Si tu corazón habla con tu cerebro como dices en tu entrada, es un corazón de lo más sensible y de los más generoso que hay sobre la tierra, que salgas todos los días por la puerta de tu casa con esa sonrisa en la boca buscando la sonrisa de los demás y será el mejor premio que tengas cada día, el dinero nunca ha dado la felicidad.
    Felicidades por tan bonita entrada y gracías por compartirla.
    Un beso muy fuerte de esta ciudadana.

    ResponderEliminar
  7. Cantares, Lourdes, alma máter, Sisco, Geni, Demófila: Sois excesivamente generosos conmigo pero es un gran placer compartir con vosotros todas estas letras. Besazos enormes (incluido Sisco ¿por qué no?, jajaja).
    Ahhh, quien diga que ha soltado lagrimitas que sepa que lo han sido de alegría.... porque eso es lo que nos merecemos todos: alegría y ganas de vivir.

    Querida Nuria (punto y aparte para tí):
    El día que yo cambie ¡ójala sea como tu te mereces!, es decir a mejor.
    Me debes un pequeño beso, compañera.

    ResponderEliminar
  8. Si hemos de morir que sea por amor al prójimo. Ese amor que al sentirlo, nos es devuelto con creces. Y si no...Lo mismo da. Amar es la clave para triunfar.
    Pero a veces la fatiga llama también a nuestra puerta y nos pide amarnos un poco más a nosotros mismos sin esperar nada de nadie. Ufff!
    Toc-toc: Un beso a José Manuel.

    ResponderEliminar
  9. Pedazo de declaración de amor. Preciosa. Que suerte tienes Ciudadano Beltrán. Besos.

    ResponderEliminar
  10. Los dos polos opuestos como el yin y yang ....

    ResponderEliminar

Si has llegado hasta aquí, a mí me gustaría conocer tu opinión. Gracias, por realizarla.