martes, 23 de noviembre de 2010

Y un año después, Haití ¿y ahora qué?

Por José Manuel Beltrán

Fue el 12 de enero de este mismo año. La tierra tembló, destrozando casi en su totalidad un pequeño país para nada bien construido. La materialidad de los bienes: viviendas, infraestructuras, hospitales, etcétera, no son nada comparado con la pérdida de miles y miles de vidas humanas. La comunidad internacional, y en este caso España siempre es un ejemplo, se volcó en ayuda. Es cierto que hubo muchos fallos de coordinación y que, al final, quienes eran prioritarios en obtener ayuda quedaron en un segundo plano.

Ya, y más en concreto el 1 de febrero de 2.010, publiqué un artículo titulado: Haití, ¿y ahora qué? (aquí podéis recordar su contenido) en el que después de repasar la tragedia me preguntaba por el día después. Exigía una esperanza para comenzar a crear un mundo nuevo. Haití, decía, debía ser a partir de entonces el germen y la semilla de lo bien hecho. Lamentablemente, seguimos siendo unos miserables y es así que mi conciencia me obliga a modificar, aún siendo igual, el título de este artículo.

Desconozco al detalle si las ingentes cantidades comprometidas por las poderosas naciones solidarias han llegado totalmente a su destino. Ban Ki-moon, en la conferencia de donantes celebrada en marzo en Nueva York, las calificó de “una solidaridad sin precedentes” pero es obvio que esos más de 2.600 millones de euros, como mínimo, no han sido bien distribuidos.

Actualmente, una epidemia de cólera –y me refiero a la enfermedad- está ocasionando miles y miles de muertos. Señalan, no puedo yo confirmarlo, a que unas fuerzas nepalíes, adscritas a la ONU, mezclaron aguas residuales con el suministro de agua potable. El asunto se encuentra bajo investigación pero nadie ha efectuado investigaciones rigurosas (que de hecho ni siquiera debieran producirse si ello se hubiese evitado) de cómo se ha repartido esta ayuda en un país con alto grado de corrupción.

El cólera, esta vez no me refiero a la enfermedad sino a la sensación humana de desesperación y rabia, florece en los haitianos en contra de tantos gobernantes e indeseables. Son más de 19 los aspirantes, en unas elecciones que están convocadas para la próxima semana, para la Presidencia del país. No existe dinero para comida, para agua potable, para unas viviendas dignas, para atender a los infectados en los hospitales; sin embargo si lo hay para una campaña electoral; para pegamento de esos mismos carteles en las paredes de los hospitales; para unas elecciones que pueden suponer un fraude electoral. El caos y la desorganización reinan en el país y los miles y miles de millones de euros de solidaridad se han esfumado ¿dónde y en qué?.

Equivoqué mi esperanza para empezar a crear un mundo nuevo. Quizás hubo semilla pero nunca floreció el germen de lo bien hecho y es que, en definitiva, seguimos siendo unos miserables. No me queda más remedio que repetirlo, casi un año después: Haití ¿y ahora qué?

A pesar de mi cólera, no puedo dejar de desearos: salud ciudadanos.     

7 comentarios:

  1. Es como si Haití no existiera. Claro, como no tiene petróleo, ni oro ni diamantes, no tiene nada para que los poderosos puedan saquearlo; ya nadie se acuerda de Haití... Este es el mundo en el que vivimos.

    BESOTES CIUDADANOS!

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  2. Eso pasa, oye... En el momento de la tragedia, parece que todo el mundo quiere ayudar y dejarse ver para que se vea lo solidario que es. Pero conforme va pasando el tiempo, eso se va olvidando...
    ¿Dónde estará el dinero que llegó al país? Cualquiera sabe...


    Un beso, Ciudadano!!

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  3. Dónde está el dinero? despues de tanto tiempo no se ha repartido y ayudado al cien por cien. Cosas así desinflan a mucha gente para ayudar en otras ocasiones. Saludos ciudadano Beltrán.

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  4. Eso es lo que pasa en todos los casos en los que hay catastrofes, al principio todos se vuelcan, luego todos se olvidan, las ayudas no llegan donde tienen que llegar porque la mayoría se quedan en el camino y los que realmente las necesitan no las reciben, Haití está olvidada por todos, como dices y dijiste.
    Hola, ciudadano, un placer leerte de nuevo, te he echado de menos, me he alegrado mucho al verte en mi blog, bienvenido.
    Mis palabras como siempre me han salido del corazón, soy la misma que era desde que faltas, por lo que veo te gusta disfrutar de la lluvia, es muy bonito ver llover desde la ventana.
    Besos, hasta pronto querido amigo

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  5. Y ahora son los olvidados del mundo.
    Gracias amigo por tu huella bloguera.

    Paso a visitar tu blog de viajes y ver tu nuevo diseño.

    Abrazos de MA desde Granada.

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  6. Hola Stanley,
    He leído comentarios de ciudadanos haitianos que dicen que de allí se han ido casi todos y los estadounidenses, los primeros. Esto es una calamidad. Gracis por tu participación, ciudadano.

    Hola Lourdes,
    Dinero, dinero, dinero.... pero los que lo necesitan siguen pasando calamidades. Es una verguenza.
    Un besazo diablillo.

    Hola Nieves,
    ¡Claro que te quiero!. Llevas razón en esa reflexión. ¿Ayudaríamos de nuevo? sic, sic, sic.
    Un besazo, ciudadana.

    Hola Demófila,
    Tú siempre tan clara y sincera y ¡no cambies!.
    ¿crees que el año que viene habrá que recordarlo otra vez? .... a saber.
    Un besazo, ciudadana

    Hola MA,
    Gracias por esta visita y comentario. Poco a poco iremos retomando la normalidad.
    Un besazo, ciudadana

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