martes, 18 de enero de 2011

Perder el tiempo, sin hacer nada


Por José Manuel Beltrán

Aunque parezca que es una cosa fácil, realmente no lo es. Me refiero, tal y como el título indica, a esa circunstancia o forma de sentirse cuando uno no ha aprovechado bien el tiempo que dispone. Así que, si alguien te distrae o te incomoda con otra cuestión, poco después te quejarás de no haber podido hacer tal o cual cosa porque alguien te hizo perder el tiempo.

Dicen que con la edad, me refiero a la ya avanzada o la apropiada del ya jubilado –que por cierto, todavía no es la mía pero que desearía que llegase ya- el tiempo tiene menos importancia. Se supone –mal supuesto, creo yo- que el jubilado ya no tiene nada que hacer. Pienso que sí tiene por hacer muchas cosas, tantas con él quiera, claro. Otra cuestión es si tiene la obligación imperativa de hacerlas, muy diferente a la de los demás ya por el simple hecho de tener que ir a trabajar (por cierto que nadie se moleste si, desgraciadamente, este no es su caso).

Pero el tiempo, o mejor la pérdida de tiempo sin hacer nada, es más difícil de conseguir. Recuerdo –ante lo que ahora creo que era un proceder un poco cruel- como castigaba a mis hijos (entre la pubertad y la adolescencia) cuando creía que era menester. El castigo último –al que no quería llegar y teóricamente ellos tampoco- era castigarles a no hacer nada. Sí, así de simple: no hacer NADA. ¿Os imagináis? Sentado en una silla, sofá, etc… (nunca recostados o acostados en la cama) sin poder leer, escuchar música, ver la televisión, jugar con nada, ni siquiera hablar. No me valían excusas, salvo y por una sola vez, la de ir al cuarto de baño. Por lo demás se trataba de eso: de no hacer NADA.

Las caras de aburrimiento, desesperación e incomodidad aparecían al muy poco tiempo. Es muy difícil no hacer NADA, aunque en este caso –en mi opinión- eso no suponía para ellos una pérdida de tiempo. Al contrario, era un tiempo bien empleado. Era, su castigo.

Sin embargo puedes también no hacer nada, sin estar perdiendo el tiempo. No me refiero a cuando duermes ¡no, eso no vale!. Me refiero a la cantidad de veces, bien sea de mayor o pequeño, que te habrás sumido casi embobado viendo las llamas de una chimenea; o viendo a los peces en la pecera; o viendo un hormiguero en el campo; o, y para esto si que hay muchos artistas, viendo como se va desarrollando la obra que están haciendo al lado de tu casa. Hay muchos más ejemplos, claro que sí, para perder el tiempo y no hacer nada aunque siempre me ha maravillado como esas personas se apostan sobre una barandilla viendo, día tras día, como evoluciona una obra. Así da gusto perder el tiempo, sin hacer nada.

Salud, ciudadanos.
P.D.- Por cierto, se pueden pasar ustedes también por el blog de viajes: Parada y Fonda de un viajero para dejar sus comentarios y hacerse fanáticos seguidores del mismo bien vía Facebook o de seguidor. Eso sí que no es una pérdida de tiempo.

6 comentarios:

  1. Pues fíjate, yo pierdo el tiempo mirando el cielo cuando atardece, y las estrellas cuando ya es de noche.
    Pero es que me encanta perder el tiempo haciendo eso, así que, no pienso dejar de hacerlo.
    :)


    Besos, Ciudadano!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola diablillo,

    ¿Lo ves? Tú eres una de las personas que sí sabe perder el tiempo, porque es a eso a lo que me refiero. La simple contemplación de algo bello, curioso..... porque estás concentrado en algo que en ese momento te atrae. Por eso para tí no puede existir el aburrimiento, seguro.
    Un besazo, ciudadana.

    ResponderEliminar
  3. pues llevo unos dias aburridísimaaaaaaaaaaa!!!!! grrrrrrrrrrrrrr estoy atacadisima !!!!!!!!!!! Aún así doy gracias de intenet por haberos encontrado y saber que no pierdo el tiempo ya que siempre se aprende algo por estos lares.
    Un besote ciudadanooooo

    ResponderEliminar
  4. Aún cuando creo perder el tiempo, mi mente sigue trabajando incansablemente. Soy incapaz de detenerla y bien que lo desearía porque es como una locomotora sin frenos. El tiempo se detiene, incluso retrocede como si de una locura se tratara. Llegado a este punto, dejo de perder el tiempo y percibo el presente con su cruda realidad.

    Pero tú, trabajador incansable, siempre activo, tu tiempo se multiplica y ahí esta tu fruto - tus más de cuarenta años trabajando sin parar - dos obras estupendas, tus blogs magnificamente currados - y una familia que te rodea y sabe de tus sacrificios en especial una servidora que con todos sus defectos te adora.
    Besitos mi precioso ciudadano

    ResponderEliminar
  5. Pues a mi me encanta perder el tiempo. Besos.

    ResponderEliminar
  6. Jose Manuel, en estos días de extress y de estudio sin límite de hora, desearía ser yo el apostado en la barandilla observando lo que sea. Es cierto que después, cuando estoy yo ahí sin hacer nada, es cuando más pienso en las cosas que "debería hacer". Lo cierto es que este ajetreo también se hecha de menos cuando llegan los largos días de sol abrasador del verano, sobre todo cuando ya estamos en el avanzado estío. Sin poder viajar, estudiar y como único hobby escuchar música tumbado en la tostada arena pienso: QUE FELIZ SERÍA ESTUDIANDO ALGO.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Si has llegado hasta aquí, a mí me gustaría conocer tu opinión. Gracias, por realizarla.