Aquí os dejo con lo publicado en el Bloguecedario el pasado sábado 9 de Enero. Nos proponían la siguiente frase: Genio y figura. No es un relato en sí, aunque los datos si están aderezados con cosecha propia. Solo pretendo recordar al genio.
Pablo se encontraba físicamente cansado. No podía ser de otra forma pues, sus ya 92 años de vida le limitaban profundamente en los quehaceres físicos aunque no impedían el perfecto funcionamiento de su agitado y vigoroso intelecto. De un tiempo a esta parte dedicaba más tiempo a recordar su ya lejana juventud. Viajero del mundo, fue muy poco el tiempo que pasó en su localidad natal que, quizás por su luminosidad, irradiaba en él un frenético deseo por el sexo contrario.
Con tan solo quince años su incipiente genio se había trasladado, consecuencia de las obligaciones profesionales de su padre –por quién profesaba devoción-, desde su Málaga natal a la elegante Coruña para, desde allí, recalar en la desarrollada Barcelona. A tan pronta edad, su espíritu de trabajador incansable, le hace fundar su primer taller para dedicarse a su gran pasión: la pintura.
Viajar a Paris, a la temprana edad de 18 años, refuerza su reputación como artista y será el grisáceo cielo de la ciudad el que le inspire el inicio de su “periodo azul”, decidiendo asentarse definitivamente allí. Tarda muy poco en encontrar su primer amor, Fernanda Olivier, al igual que asombra con un nuevo estilo que deforma y rompe con todos los cánones conocidos: es el principio del cubismo. Munich y Nueva York tienen la oportunidad de conocer las obras del artista, mientras que él encuentra una nueva compañera: Marcelle Humbert para, junto con Braque, iventar e cubismo sintético.
Es, con ocasión del inicio de la guerra de 1.914 y la muerte de Marcelle, cuando abandona prácticamente el cubismo. Se enamora y casa con la bailarina Olga Clochlova y es el ballet el que le induce a buscar nuevos caminos en su arte. Será un retrato de su madre, curiosamente de quien toma su apellido de artista, el que le haga comprar una suntuosa villa y le permita viajar más de un año por España cultivando la escultura. Mantiene un romance con Teresa Walter, de quien nace su primera hija, Maya y, por ese motivo
Es en 1.937, en plena Guerra Civil, cuando acepta de forma simbólica –por parte del lado republicano- la dirección del Museo del Prado. Sin embargo será en París dónde el Guernica sea pintado. En 1.944, deprimido por la victoria nacional, se afilia al partido Comunista Francés dando a conocer 77 nuevas obras entusiasmándose con la litografía y con la hermosa pintora Francoise Guillot, con quien en tan solo dos años de convivencia tiene dos hijos: Claude y Paloma.
Con 73 años, ya anciano, se fascina por una adolescente, Silvette D., quién acepta posar para él a cambio de elegir una de sus obras. El artista cumple con el trato pues, para él, la atracción platónica sentida era superior al valor de su obra. Tres años más tarde, en 1.957, tomará como compañera a Jacqueline Roqué, joven extraordinariamente bella por la que siente, de nuevo, especial atracción y que le lleva a pintar el gigantesco mural de
Amor, política, amistad, goce por la vida, admirado, solicitado, español sencillo, saludable y generoso, amante de los toros, del sol, de las mujeres hermosas, en suma, artista y hombre excepcional que es lo mismo que Genio y Figura. Gracias, PABLO PICASSO.

Por cierto, si os pasáis por Málaga -que debéis hacerlo- es imperdonable no efectuar visita al maravilloso Museo Picasso.
Menudo artista estaba hecho y parece que no solo con el pincel, ja,ja. Desconocía esa faceta. Un abrazo
ResponderEliminarPues si, parece que el Genial Pablo era un tanto desastre para las relaciones personales. O quizas nunca se implicó mas alla de la belleza del exterior. Tambien hay quien dice q fagocitaba (en el sentido literario) jovencitas para mantenerse a si mismo de igual forma.
ResponderEliminarPrecioso...Me ha encantado Ciudadano.
ResponderEliminarMuchos besitos para ti y también para Nuria, que la echo de menos.
Me gusta recordar algunas cosas de este gran hombre, y conocer otras que no sabía. Debió ser un ser increible, y un poco mujeriego. Un beso Jose
ResponderEliminarHola, ciudadano, he oído comentarios por ahí de que esta entrada no es buena, no me lo explico, a mi me gusta muchisimo, será que he oído mal.
ResponderEliminarLa historia de Picasso, creo que la conocemos todos, malagueño y andaluz, y como tal, caliente y mujeriego.
¡Ya quisieran muchos hombres tener todas las mujeres que tuvo Picasso!, sobre todo la última, la jovencita, a la que le llevaba tantos años.
Fuera de broma, es una entrada genial, puramente picassiana, escribes como pintaba Picasso, aunque no seas malagueño.
Un besote de esta ciudadana, que pasó un momento muy agradable en el café que llegó, aunque tarde.
Más vale tarde que nunca.
Hola Cele,
ResponderEliminarEs que hay maneras maravillosas de usar el pincel jajaja
Hola la-de-marbella
Fagocitar, bonita palabra.... anda no me hagas ser machista, pero si es a jovencitas, mejor (literariamente hablando, claro) jajaja
Hola, Ana
Los besitos ya están dados. Gracias por tus elogios.
Hola Isabel,
Todo lo relatado (en cuanto a datos) es rigurosamente cierto y correcto. Lo que digo: genio y figura hasta la sepultura.
A todas, besitos ciudadanas
Hola Demófila,
ResponderEliminarNo he visto u oido el comentario que tú dices pero, si es así, mi máximo respeto para quien considere que esta entrada no es de su gusto,pues, de colores está lleno el arco iris.
A mí me vale que a tí si te guste al igual que nuestro genial Picasso.
¡Hombre! el deseo de los hombres sobre tantas muejeres.... ya sabes, algunas veces -o muchas-, somos un poco fanfarrones jajaja
Gracias por tu comentario, un besazo ciudadana
Impresionante resumen descriptivo.... te ha quedado bordado. Hace mucho que no voy por Málaga, tengo pendiente la visita al museo.
ResponderEliminarQue bonito homenaje y que bien redactado te ha quedado tu relato amigo mio...Eres un gran escritor que lo sepas...un abrazo ciudadano...
ResponderEliminarDefinitivamente, era un artista. Sí, sí, en todos los sentidos. jejeje
ResponderEliminarBesos, Ciudadano!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermann Hesse considera que muchos artistas pertenecen a la especie del “lobo estepario”
ResponderEliminarBesos.
Hola que bien escribes, tus relatos son mejores para mí, que los cuadros de Picasso y yo he estado en el museo.
ResponderEliminarBesos ciudadano.