El referéndum suizo

Por José Manuel Beltrán

La verdad es que los habitantes de este maravilloso país, con derecho a opinar por medio del voto, no dejan de asombrarme. He tenido la oportunidad y fortuna de visitar en varias ocasiones Suiza y poder deleitarme de sus espléndidos parajes. En muchas ocasiones te puedes sentir como en un cuento de hadas –esas son las ventajas de nuestros sentimientos cuando se trata de disfrutar de tus vacaciones y tu ocio-, aunque la cotidianeidad de la vida diaria puede distar mucho de nuestra fantasía e imaginación.

Al suizo le gusta el orden, las reglas, la puntualidad, la limpieza, el respeto hacia los demás. Se han mantenido neutrales ante todo tipo de conflictos, excepto cuando hay dinero de por medio. Hasta aquí todo positivo –más bien diría yo que, hasta envidioso- pero, todo esto necesita no solo de educación desde la base –por supuesto- sino de un estricto rigor personal (similar al del estudiante que se quiere presentar a unas oposiciones) para no desmarcarse, ni un segundo, del cumplimiento del deber. Obviamente esto nos lleva, sin querer decir yo que todos los suizos lo sean así, a un comportamiento personal más serio; observador y crítico con los demás; intolerante más allá de la regla; y muy cercano –como así también vulgarmente se dice, seguro que erróneamente, de los alemanes- a ser un poco “cabezas cuadradas”.

Suiza, como seguro que muchos de vosotros ya conocéis (la verdad es que siempre me ha irritado esta expresión, utilizada muy frecuentemente por cierto. Denota superioridad y realmente quiere decir lo contrario que se expresa, es decir, como muchos de vosotros no sabéis, así que yo os lo recuerdo), está formada por cantones que ostentan determinada independencia unos de otros. Pero algo que los ciudadanos suizos utilizan con frecuencia, y que personalmente me parece la mejor expresión de la democracia, es la consulta popular por medio del referéndum. Aquí si que no es posible la posterior manipulación de los electos. Aquí, se decide SÍ o NO, sobre determinada cuestión y punto.

La última de los suizos, bueno más bien la siguiente pues se celebrará mañana 7 de marzo, es el referéndum para decidir la obligación a todos los cantones en la creación de la figura del “abogado de los animales”. Consideran muchos de los suizos proponentes de la iniciativa popular que los derechos de los animales están muy por debajo del trato recibido. Que debe ser el hombre el educado, no para tratar al perro como animal en la vida humana sino, al revés, para que el humano se eduque y viva con el perro en su ámbito. Lo que leéis no va de broma. Algunos, más drásticos pero por algo se empieza, pretenden abolir la pesca en los preciosos lagos suizos y de ahí la figura del “abogado de los animales” por el maltrato y dolor provocado al pez cuando este muerde el anzuelo. Los ejemplos con el resto de los animales “llamados caseros” os los podéis imaginar. Por cierto, tampoco se pueden construir minaretes en todo el país, consecuencia de otro referéndum.

Te invito a un fin de semana en Suiza. ¡Venga, anímate!, y ya que estamos aquí. ¿Tú que votarías?

Como siempre, salud ciudadanos.