Por José Manuel Beltrán
Pijolandia es un país atípico, singular, de nacimiento joven y sin ningún tipo de fronteras determinado. No dispone de organización de Estado y, por tanto, carece de Instituciones u Organismos que, como nos tienen acostumbrados los nuestros, regulan y modelan nuestras vidas y nuestros comportamientos. En Pijolandia se es feliz. Sus ciudadanos deambulan por el mundo sin pasaporte específico, no contraponen sus ideas con los demás pues éstas, consideran ellos, deben ser de amplias miras y todas deben tener cabida.
Los ciudadanos de Pijolandia sólo ofrecen una cuestión común que, sin aparente presión, tratan poco a poco de popularizar, y ¡a fe que los están consiguiendo!. Les preocupa y les une su forma de vestir. Desde edades que arrancan en la pubertad y se extiende hasta bien avanzada la madurez, se empeñan en delatarse y deleitarse para los ojos ajenos.
Desafían, con mayor desprecio, a lo que mi amigo Sisco denominaba generación Y. Es esa generación que viste unos pantalones, que casi arrastran en su parte baja por el suelo, y cuya cintura arranca casi a la mitad del culo (perdón por la expresión). A la vista de cualquiera que vaya a su espalda se mostrará, de forma clara y precisa, la marca del calzoncillo que portan, generalmente de marca. Pero éste también, más bajo de lo normal, y máxime si el individuo se agacha un poco dejará paso a la visión de esa famosa Y (espero que ahora en vuestras retinas lo estéis imaginando).
Algunos de los ciudadanos de Pijolandia también usan esta prenda, pero no todos, pues su mayor característica será la del “polo” e incluso camisa cuya parte del cuello se erguirá levantada sin formar el consabido pliegue que los modistos se empeñaron en diseñar.
Saldrán, en su mayor parte al atardecer, emulando al Conde Drácula con ese cuello erguido. Algunos no se dan ni cuenta que, consecuencia que su lavadora falla o que el detergente que usan no es Micolor, el tono de color de la parte generalmente tapada del cuello es diferente al resto. Pero a ellos les da lo mismo. Son ciudadanos de Pijolandia y se sienten orgullosos de ello. No me he atrevido, hasta ahora, a preguntarles del por qué de este proceder. Algún día lo haré. Será en ese momento cuando me ratifique que, por muchas ventajas que tenga su ciudadanía, yo no seré nunca ciudadano de Pijolandia.
Salud, ciudadanos del resto del mundo.
Pijolandia es un país atípico, singular, de nacimiento joven y sin ningún tipo de fronteras determinado. No dispone de organización de Estado y, por tanto, carece de Instituciones u Organismos que, como nos tienen acostumbrados los nuestros, regulan y modelan nuestras vidas y nuestros comportamientos. En Pijolandia se es feliz. Sus ciudadanos deambulan por el mundo sin pasaporte específico, no contraponen sus ideas con los demás pues éstas, consideran ellos, deben ser de amplias miras y todas deben tener cabida.
Los ciudadanos de Pijolandia sólo ofrecen una cuestión común que, sin aparente presión, tratan poco a poco de popularizar, y ¡a fe que los están consiguiendo!. Les preocupa y les une su forma de vestir. Desde edades que arrancan en la pubertad y se extiende hasta bien avanzada la madurez, se empeñan en delatarse y deleitarse para los ojos ajenos.
Desafían, con mayor desprecio, a lo que mi amigo Sisco denominaba generación Y. Es esa generación que viste unos pantalones, que casi arrastran en su parte baja por el suelo, y cuya cintura arranca casi a la mitad del culo (perdón por la expresión). A la vista de cualquiera que vaya a su espalda se mostrará, de forma clara y precisa, la marca del calzoncillo que portan, generalmente de marca. Pero éste también, más bajo de lo normal, y máxime si el individuo se agacha un poco dejará paso a la visión de esa famosa Y (espero que ahora en vuestras retinas lo estéis imaginando).
Algunos de los ciudadanos de Pijolandia también usan esta prenda, pero no todos, pues su mayor característica será la del “polo” e incluso camisa cuya parte del cuello se erguirá levantada sin formar el consabido pliegue que los modistos se empeñaron en diseñar.
Saldrán, en su mayor parte al atardecer, emulando al Conde Drácula con ese cuello erguido. Algunos no se dan ni cuenta que, consecuencia que su lavadora falla o que el detergente que usan no es Micolor, el tono de color de la parte generalmente tapada del cuello es diferente al resto. Pero a ellos les da lo mismo. Son ciudadanos de Pijolandia y se sienten orgullosos de ello. No me he atrevido, hasta ahora, a preguntarles del por qué de este proceder. Algún día lo haré. Será en ese momento cuando me ratifique que, por muchas ventajas que tenga su ciudadanía, yo no seré nunca ciudadano de Pijolandia.
Salud, ciudadanos del resto del mundo.
Yo creo que tampoco. Mira que mi hijo cuando estuvimos en Versalles me dijo que por qué no había nacido en una familia rica para seguir haciendo viajes, pero los currantes tenemos que seguir en el tajo para tener según qué cosas.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
"o sea, pero o sea.. pero de verdad o sea.."
ResponderEliminarBesotessss
conmigo tampoco cuenten!!!!!
ResponderEliminarno es lo que quiero para mí ni para los míos!!!
abrazos, amigo.....
te cuento que estamos esperando la nieve, como hace dos años...ya que no es común que pase..pero se estan dando todas las posibilidades!!!!!!!
en mi pueblo hay -1º ,viento y llovizna!!!!!!!
y ustedes con tanto calor...
un abrazo, amigo
Ufffffffffffff, puessssssssssssssss, ossshaaaaa, ay niño por favorrrrrr, con este calor es muy difícil doñito. Mejor se lo preguntas tú directamente a ellos, a mi me estomagan.
ResponderEliminarBesitos corazón
Sí, y en el caso femenino, se caracterizan por el collarcito de perlas, la rebequita sobre los hombros, y un tono de labios rosa salmón. Aggggggggggggggg!
ResponderEliminarLo has bordao!
ResponderEliminarOtros de los signos característicos de estos ciudadanos son, que suelen usar los coches de color azul, y ellas saben levantarse la cabellera hacía atrás con un movimiento de mano, para luego volver dejar caer el pelo con otro movimiento de cabeza, y repetir este tic todo el tiempo,debe ser agotador y seguro que practican cada dia ante el espejo.
Saludos.
Maru
Bueno José Manuel. Si te digo la verdad, prefiero ser de Pijolandia, osea (nunca mejor dicho), que de Canilandia. No se si sabes qué es un cani pero te lo explico por si acaso. Un cani es el típico que viste con chandal Nike, que tiene dos pendientes, de oro por supuesto y a ser posible que uno sea "un puño gitano". Cani es aquel que siempre lleva gorra, incluso si llueve se pone la "capucha" por debajo de la gorra. Cani es aquel que solo viste con tenis de muelles, que suelen tener perros grandes para así sentirse más respetados. Que el respeto se gana en grupo y si hay pelea, más aún. Que suelen llevar algun tipo de arma punzante escondida en algun lugar de su maravilloso chandal Nike. Que tienen una especie de lengua propia, en la que se incluyen palabras como "pisha" "crema" "surmano, suprimo" "sa ninia shula" etc etc. Para más información, www.todocanis.com
ResponderEliminarP.D Menuda gentezuela, tanto unos (pijos) como otros (canis)
Un saludo, amigo
JAJAJA ¿ Cómo los llamamos nosotros ? - O sea no - Que llegan los océanos -. GRRRRRRR No los soporto.
ResponderEliminarBesitos guapo
Di que no, ciudadano.
ResponderEliminarTú nunca seas del grupo, aunque vivas en una ciudad tan llamativa para eso... jajajaj
Tiene que ser la leche, o sea, la leche, levantarte por las mañanas sabiendo lo que te vas a encontrar...
Me ha encantado la entrada!
Un beso, Jose Manuel!!
José Manuel...
ResponderEliminarLos pijos del planeta son seres que utilizan sus códigos como cualquier otro colectivo. A mi, o a ti, nos pueden gustar mas, o menos, pero la realidad es que existen, creo que no molestan a nadie, y aceptar la convivencia con ellos es obligacion de los que pretendemos se respeten tambien nuestros propios códigos de conducta.
Me agrado mucho tu paso por mi cibercasa, ya he linkeado la tuya así podre ver tus actualizaciones, y tambien te agregue en mi actualizador personal.
Veo que tenemos varios ciberamigos/as en común, todos ellos de muy buen gusto.
Atte.
CarlosHugoBecerra
Tribus urbanas...
ResponderEliminarEs curioso pero aquí, en Granada, hay una calle que suele tener mucha marcha y antes estaba llena de pijos: Pedro Antonio de Alarcón. La gente de mi pandilla la llamaba pijolandia y nos negábamos a ir. Frecuentábamos otras zonas de la ciudad... pero a mí personalmente los que más insufribles se me hacían eran los que pretendían ir de...
Bueno, mil gracias por tu visita, tus palabras, por entender la entrada que no es una despedida, sólo una reflexión y por el enlace que tendré en cuenta cuando consiga un nuevo espacio, ahora no voy a hacer nada porque habrá reformas.
Un abrazo grande desde Granada.
yo me quedo siendo del dia adia currando disfrutando de su familia de sus amigos y de las cosas buenas que tiene la vida que son muchas...los pijos que vayan a bañarse al "osea-no"..saludos amigo..
ResponderEliminarY que gran territorio ocupan! Aquí está lleno de pijos! Las tribus urbanas florecen por todos lados!
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. Fué una pequeña broma, pero surtió efecto, jajajajaja
BESOTES CIUDADANO.
A mi tampoco me gustan, por que parece que estén por encima de todo. Y les gusta mucho la ostentacion, lo cual yo no soporto.
ResponderEliminarPero como dice mi amigo Rubén, menos soporto a los QUILLO, chulillos, con pinta de gustar las peleas, las palabrotas, y hacerse los machitos.
Por que no podemos ser todos sencillos, cada cual con sus virtudes y defectos, pero que al final, todos desnudos somos iguales
Me encanta tu post. Un abrazo
Hola Azu. Lo primero agadecerte tu visita que espero no sea la última. Evidentemente son dos tipos, como dicen por ahí, de tribus urbanas. Si cabe, otro día, reflexionaré sobre los otros.
ResponderEliminarStanley:
Ya lo decía:Pijolandia un país sin fronteras. Gracias por tu comentario. Besotes
Alijodos:
O sea que tú como curras ya no eres pijo ehhhh jajaja Es broma,ciudadano. Yo te prefiero como eres, tal cual. Un abrazo
Melytta:
Dices bien. Muchas veces el que quiere aparentar sin serlo, sólo sab caer en mayor ridículo. Gracias por tu entrada y ¡nos vemos pronto!.
Carlos Becerra:
Gracias por tu comentario. Coincido totalmente contigo, aunque me queda una duda. ¿Tú crees (generalizando) que ellos tienen el mismo nivel de aceptación social para con el resto? Yo, lo pongo en duda.
Un abrazo, ciudadano.
Lourdes:
Lo único que tengo seguro es que me levanto por la mañana y sé..... que me voy a trabajar.
Un besito, diablillo.
Nuria:
O seaaaa ..que me dices....nooooo... oseaaaa ....puesssss miraaa....
Un besito, cielo. Tú si que eres un océano, pero de corazón.
Rubén:
Como yo a tí te conozco me reservo la opinión (ciudadano de Pijolandia, jajajajaja). Es broma
Un abrazo, my friend
Marudemarbella:
Me ha encantado, lo bien descrito, ese gesto que describes de melena al viento (sobre ellas). Me gusta el azul, pero para el coche, pues que nooo
Un besito, ciudadana artista
Menda:
Aquí esta mi niña para completar la descripción femenina que ha hecho Maru. Vamos que gracias a vosotras habéis descrito al otro género ehhhh
Un besito, cielo.
Montse:
Esta ciudadana madrileña que me honro en conocer es de todo menos ..... de Pijolandia.
Un besito, doñita.
Adrisol:
Pues oye que cojo los esquíes y me voy para allá ipso facto. jajaja Ya quisiera yo. Un besito, ciudadna
alma máter:
Pues mira, osea.. pues... siii osea ..súper.. vale
Jajaja Un besito cielo.
Anabel Botella:
Así me gusta Anabel. Dile a tu hijo (que lo irá comprobando poco a poco) que los viajes sufragados económicamente a base de sacrificio y de ahorro se disfrutan mucho más que aquellos que nos vienen regalados (pues en este último caso solemos hasta desmerecer nuestra fortuna).
Un besito, ciudadana escritora.
Bueno creo que estáis todos contestados,Osea nooooo ?
Pues yo también me siento orgullosa de que en mi casa no haya de esa especie...Gracias a Dios, mis niñas no son así. Son normales en todos los sentidos.
ResponderEliminarMuchos besos.
Gracias José Manuel, ya he puesto los enlaces de la noticia porque ignorante me puede llamar cualquier, pero mentirosa no se lo aguanto cuando no es verdad. El sabrá porqué lo ha hecho, yo no pensaba seguir su trapo pero visto que puede parecer que la noticia no era contrastada, ya están puestos los enlaces de ABC, A3 y EFE, de la ineficacia del avión ayer en el incendio de Cuenca.
ResponderEliminarGracias de nuevo y besitos
¿pijooooos?, en Marbella, a barullo, para echarle a los gua...., ya sabes, el dicho andaluz, yoooo, pijaaa, sabesssss, ..., me quedo en blanco con lo de pijos, me caen fatal, donde se nota es en la playa, parecen salmonetes, ¡pobres!, solo unos días para ponerse morenos, y se quiren comer el sol en un día, miraaa tuuuu.., melena al vientoooo, yo no puede, bueno, con peluca siiiii.
ResponderEliminarBuena entrada, para los pijos de Marbella,
Perdonaaaa, chatiiii, me ha fallado el reclado, y no te ne podido saludar para despedirme, iba a decir que en Marbella hay muchos pijos, lo sabes.
ResponderEliminarUn besote de esta ciudadana, pero no pijaaaa.
Ayyyyyy, que a mi me han tildado de pija la mayoria del tiempo sin conocerme de Ná, cachis en la mar, que todo el monte no es oregano y el habito no hace al monje.
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