viernes, 8 de enero de 2010

Nos puede el orgullo

Por José Manuel Beltrán


Aquellos que por un momento piensen que el título de este artículo conlleva una connotación negativa, en lo que a mi estado de ánimo se refiere, se equivocan. Si, por el contrario, cambiase ligeramente la frase y dijese: “Me siento orgulloso”, otros muchos también tendrían derecho a imaginar que ese mismo estado de ánimo anterior se ha modificado, por sí solo, sustancialmente.


El teatro no puede cambiar la vida más bien solo mejorarla. Es aquí, en el teatro, donde se representan y evocan todas las emociones del ser humano. Las distintas épocas en las que queramos situar a los personajes no desvirtuaran, ni un ápice, el desarrollo del ego en sus variadas facetas. En ese teatro de la vida somos los actores principales aunque, en muchas ocasiones, solo nos preocupa aprender bien nuestro papel sin reparar en los fallos anteriormente cometidos por otros.


En ocasiones defiendo, aún cuando con la matización correspondiente, la siguiente frase: “De vez en cuando es bueno ser un poco egoísta”. Quiero con ello decir que volcamos excesiva preocupación en nuestros seres queridos –generalmente los más jóvenes- y, por momentos, nos olvidamos de nosotros mismos. Descuidamos saborear, en primera persona, los placeres terrenales que nos hagan sentirnos mejor y cometemos un error pues, si tú no te sientes feliz muy poca será la felicidad que podrás irradiar.


Cierto es que demasiado amor por uno mismo nos conducirá al estímulo del orgullo y para eso sólo nos faltará creernos como real el amor propio de nuestro ego. Llegado a este punto, difícilmente nos podremos sentir orgullosos de nosotros mismos pues nuestra propia soberbia nos hará incapaces de pedir perdón.


Recientemente viajé a Irlanda –dando explosividad a parte de mis placeres terrenales- y me causó interés una cita al pie de una estatua. La anoté pues, a buen seguro, sería motivo en su momento de cierta reflexión. Ese momento llega con estas líneas y no sé por qué no han dado la luz antes. Será que sigo manteniendo –y creerme que es verdad- la fe ciega en el ser humano. Decía y dice la frase: Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas. La estatua, como ya muchos habréis adivinado, era la de Oscar Wilde, famoso dramaturgo y novelista irlandés.


Me encantó la amabilidad, alegría y desparpajo del pueblo irlandés. Me encantó que se sientan orgullosos de ser irlandeses a pesar de las muchas estupideces que han sufrido. Estupideces, como dice Oscar Wilde, consecuencia del orgullo de quien las provocaba.


En muchos aspectos somos muy parecidos, en carácter, a los irlandeses. Solo me queda revisar las estadísticas esperando que, en nuestro país, encuentre muy poco orgullo y tasas muy elevadas de sentirse orgullosos.


Salud, ciudadanos.



10 comentarios:

  1. Pues me temo que asi es, nos sentimos orgullosos, pero no tenemos ni pizca de orgullo.
    Igual he exagerado? No sé, pero la frase de Oscar Wilde, es perfecta. Un abrazo

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  2. Hombre, nos podemos sentir orgullosos de ser como somos, no? Vamos, yo creo que sí. :)
    Y de orgullo, pues no sé qué decirte. Yo prefiero la dignidad, que a veces está claro que se confunde con el orgullo.


    Besos, Ciudadano!!

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  3. Me encanta esta frase: Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.
    Creo que cada persona tendría que estar orgullosa de tal y como es, no tal y como lo ven los demás. (Para mi opinión)

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  4. Estoy de acuerdo con mi querida Lou...Prefiero la dignidad, pero bien entendida.

    Muchos besitos Ciudadano.

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  5. Yo me siento orgullosa de ser española, me gusta mi pais..estuve en Irlanda hace unos años, y si son muy alegres y me sorprendio el gran amor que sienten por la guines, la ponen hasta en los pasteles, y ademas lo dicen con un gran orgullo.

    Un abrazo!!

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  6. Hola ciudadano... Me siento orgullosa de ser española, sin embargo la dignidad de las personas es muy importante.

    Un abrazo y buen fin de semana

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  7. Pues yo me siento muy ORGULLOSA de muchas cosas, pero no soy nada orgullosa.. ¿"me" se entiende...???

    besotes ciudadano!!! y BUEN FINDE!!!!

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  8. creo que está bueno sentirse orgullosos de nosotros mismos...con lo que tenemos...
    y claro que hay que ser feliz, con lo que queramos..sino somos felices, jamás podremos dar felicidad!!

    un abrazo..

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  9. Yo la verdad es que me siento orgulloso de ser como soy de ser español y de visitar esta tu casa que es ya toda una referencia en la blogo actual...felicidades amigo...un abrazo...(besos a la doña)

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  10. Hola!

    La verdad es que el orgullo no nos abre puertas, más bien nos la cierra, y nos lleva a circulos cerrados de los que luego nos cuesta salir.
    Otra cosa es estar orgulloso de haber hecho algo importante para tí o para otros, yo peco de los dos orgullos, por eso sé de lo que hablo; me ha parecido una entrada estupenda como todas las que escribes, siempre nos haces pensar.
    Un saludo.
    Maru

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