por José Manuel Beltrán
¡ Me he levantado ya ¡. Sí, lo reconozco, lo he hecho bastante más tarde de lo normal, pero es que ayer sólo escuchaba, de forma machacante, que hoy era el día de re-flexión. Y mi cuerpo, que para esto del ejercicio cada vez le cuesta más, quería estar preparado con unas cuantas horas más de relax. No sé que os pasará a vosotros, pero a mí, esto de las flexiones nunca me ha llenado del todo. Se dice que con este ejercicio consigues ser más elástico; más ágil; a la vez que compensas tus diferentes músculos para encontrar un equilibrio entre todos que hagan funcionar mejor tu cuerpo.
¡Pues nada!, si hoy toca jornada de re-flexión, uno, que tiene por bandera terminar sus escritos con la palabra ciudadano, debe dar ejemplo. Todo sea porque al final sea más elástico, ágil y equilibrado y pueda acuñar mi “mens sana in corpore sano” .
He participado, con poder de decisión, en todas y cada una de las citas electorales democráticas de este país. Consideraba, y lo sigo haciendo, que más allá de un derecho –por supuesto- es un deber. Respeto a los que no piensen de esa forma, es decir a los que no voten, pero siempre me he planteado la duda de pensar ¿qué derecho tienen después, independientemente de los derechos básicos, de efectuar crítica amén de beneficiarse del desarrollo del sistema?. Pero no seré yo quién imponga la obligación del voto pues defiendo la libertad del individuo por encima de todo aunque, recuerdo, existe el voto en blanco.
Siempre nos encontramos más a gusto con lo más próximo. En este caso, por mucho que hemos luchado porque nos considerasen europeos (que siempre lo hemos sido), las elecciones al Parlamento Europeo que mañana se celebran están totalmente desprestigiadas y, buena culpa de ello, la tienen los mismos políticos y organizaciones que los encuadran. El sentimiento de Europa –mal nacido y nunca centrado para su entendimiento- está muy alejado de nuestra realidad cercana. En cada uno de los países dónde se celebran los comicios –pues no todos los países europeos, son políticamente Europa- el debate se ha centrado en las batallitas de la política interna del país (política y estupideces varias, sino pregúntele a Silvio).
Aquí, nuestros dos partidos mayoritarios que desean fagocitar al resto, han efectuado sendas penosas campañas, si bien en uno de los casos más patético que en el otro. Es verdad, ¡y me alegro de ello!, que el tema del terrorismo no ha sido punto de inflexión. Pero, por mucho que el partido se juegue en Europa, no me cabe duda que esta vez no seremos Campeones de Europa y es que, la calidad técnica de nuestros jugadores para explicar estos puntos ha sido inexistente. Un ala –de ese gran pájaro bipartidista- encarna la postura más derechista que yo recuerdo desde los tiempos de Fraga; la otra, antagónica geográficamente por nacimiento, si bien ofrece posturas más modernistas y sociales, sólo logra intentar vender la ilusión para hacer crecer al niño recién nacido. A su vera, los hijos pequeños del bipartidismo, se centran en mandar mensajes localistas como si de unas municipales se tratara. ¡Este partido no lo están jugando en Europa!, lamentablemente. Lo juegan aquí, y me están aburriendo hasta la saciedad porque, como siempre, elijen un árbitro –que se supone que somos nosotros- al que han hecho ustedes perder la ilusión por arbitrar, porque cualquiera de las decisiones que tome, ustedes después en instancias superiores, se las pasan por el forro….
¡Pues nada!, si hoy toca jornada de re-flexión, uno, que tiene por bandera terminar sus escritos con la palabra ciudadano, debe dar ejemplo. Todo sea porque al final sea más elástico, ágil y equilibrado y pueda acuñar mi “mens sana in corpore sano” .
He participado, con poder de decisión, en todas y cada una de las citas electorales democráticas de este país. Consideraba, y lo sigo haciendo, que más allá de un derecho –por supuesto- es un deber. Respeto a los que no piensen de esa forma, es decir a los que no voten, pero siempre me he planteado la duda de pensar ¿qué derecho tienen después, independientemente de los derechos básicos, de efectuar crítica amén de beneficiarse del desarrollo del sistema?. Pero no seré yo quién imponga la obligación del voto pues defiendo la libertad del individuo por encima de todo aunque, recuerdo, existe el voto en blanco.
Siempre nos encontramos más a gusto con lo más próximo. En este caso, por mucho que hemos luchado porque nos considerasen europeos (que siempre lo hemos sido), las elecciones al Parlamento Europeo que mañana se celebran están totalmente desprestigiadas y, buena culpa de ello, la tienen los mismos políticos y organizaciones que los encuadran. El sentimiento de Europa –mal nacido y nunca centrado para su entendimiento- está muy alejado de nuestra realidad cercana. En cada uno de los países dónde se celebran los comicios –pues no todos los países europeos, son políticamente Europa- el debate se ha centrado en las batallitas de la política interna del país (política y estupideces varias, sino pregúntele a Silvio).
Aquí, nuestros dos partidos mayoritarios que desean fagocitar al resto, han efectuado sendas penosas campañas, si bien en uno de los casos más patético que en el otro. Es verdad, ¡y me alegro de ello!, que el tema del terrorismo no ha sido punto de inflexión. Pero, por mucho que el partido se juegue en Europa, no me cabe duda que esta vez no seremos Campeones de Europa y es que, la calidad técnica de nuestros jugadores para explicar estos puntos ha sido inexistente. Un ala –de ese gran pájaro bipartidista- encarna la postura más derechista que yo recuerdo desde los tiempos de Fraga; la otra, antagónica geográficamente por nacimiento, si bien ofrece posturas más modernistas y sociales, sólo logra intentar vender la ilusión para hacer crecer al niño recién nacido. A su vera, los hijos pequeños del bipartidismo, se centran en mandar mensajes localistas como si de unas municipales se tratara. ¡Este partido no lo están jugando en Europa!, lamentablemente. Lo juegan aquí, y me están aburriendo hasta la saciedad porque, como siempre, elijen un árbitro –que se supone que somos nosotros- al que han hecho ustedes perder la ilusión por arbitrar, porque cualquiera de las decisiones que tome, ustedes después en instancias superiores, se las pasan por el forro….
Así que, me voy a dar una ducha, pues con tanta re-flexión ( y les prometo que podría seguir) estoy sudando demasiado.
Salud, ciudadanos europeos.
¿¿Te has levantado a la 1,00??? ¡¡MUERTA ME HAS DEJAO!!!jajajajaja.. pero de envidia!!!
ResponderEliminarAy.. esas elecciones de mañana, en fin.. poco hay que reflexionar, la verdad.. ¡ante semejante panda!!!
Un beso!
Pues eso, que se duche Ud. que ya esta bien de comernos el coco JAJAJA.
ResponderEliminarClaro que aburren, hasta la saciedad. No lo han podido hacer peor, son patéticos.
Europa tiene problemas reales, nosotros estamos integrados ¿no? bueno a veces tengo dudas...
Predican pero no cumplen, sólo les enteresa elvoto para su beneficio.
Me da la impresión que nos vamos a quedar en un querer y no poder, como siempre.
Ciudadano, estoy contigo el voto es un derecho, pero efectuar el deber cada vez cuesta más porque en definitica ¿ Para qué ?
Si después como dices tú se lo pasan por el forro.
Yo les voy a castigar a todos. Para eso esta el voto en blanco ¿ NO ?
Besitos CIUDADANO. !! Cómo me gusta esta palabra !!
Con los nervios del voto jeje me he precipitado y no he cambiado el administrador. Lo anterior te lo digo yo Nuri
ResponderEliminarYo lo tengo tó reflexionao ya, ciudadano.
ResponderEliminarDe hecho, es que ver a esas gentes en la tele quita las ganas a cualquier criaturica de votarles...
Pero sí, es lo que tú dices. Existe el voto en blanco, aunque cada uno vota como quiere, incluso no yendo.
Besos José Manuel.
Y no te canses... Digo, por favor, tanto re-flexionar ni ná...
En el parlamento europeo se obtienen normas que se plasman en leyes en cada pais. Muchas de ellas van dirigidas al pueblo llano, y se le dá mas importancia al usuario final. Pero esto no tiene publicidad.
ResponderEliminarLo que te voy a decir no es original, lo expresé en otro blog. Cómo me gustaría votar sin la presión, sin la obligación; aquí el voto es obligatorio.
ResponderEliminarBESOTES Y BUENA SUERTE MAÑANA
Yo también estoy de reflexión.........mucha.
ResponderEliminarHola Jose Manuel, gracias por tu comentario.
ResponderEliminarTe agradezco el apoyo que me ofreces, en cuanto al café, cuando quieras, pago yo, las mujeres tenemos los mismos derechos y deberes que los hombres.
Estoy preparando una entrada en memoria de mi gran amigo, espero que te guste, puedo sacarla en breve.
Un beso de la ciudadana
Demofila
Yo hace dias que tengo la reflexion echa y es que con lo que veo es tan penoso que no lo han puesto muy facil...A mi marido le a tocado ir a las mesas y tiene un cabreo uffff...èro que vamos hacer es obligatiro..
ResponderEliminarun abrazo!!
La campaña ha sido vomitiva, yo siempre voto, pero esta vez, estoy hasta las narices, ya me he cansado de mantener "sanguijuelas", son unos corruptos. Mi voto en blanco
ResponderEliminarPerdona Jose Manuel, tu siempre te despides con un "ciudadano", y yo con "un beso", y se me ha olvidado en mi anterior comentario, porque me tiene muy cabreada el tema "elecciones". Un beso
ResponderEliminarYo he estado pensando en que no iba a votar, porque eso de que era un deber se les ha caído por su propio peso. La excusa perfecta para tener su sueldo asegurado. Cada vez tenemos más obligaciones y deberes y menos derechos. Los políticos no están haciendo su trabajo como toca, ni siquiera se plantearían qué pasaría si nadie fuera a votar, pero mi conciencia no me deja que gane cierto partido, y a raíz de lo que pasará en Italia, he dedidido ir a votar. Siempre he respetado todas las ideas políticas, y tengo amigos de varios partidos.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
Y hoy a votar tras la jornada de re-flexión.
ResponderEliminarSaludos de una ciudadan@ de Marbella.
¡Pues a mi que me ha diverto la campaña! ¡de verdad! Cuando veo a nuestros lideres políticos tirandose los trastos a la cabeza me recuerdan las peleas de niños pequeños.... ¡si es que cson como crios!
ResponderEliminar¡Me dan hasta ternura los muy sinverguenzas!
En fin... que yo he ido a votar.... porque aunque ellos sean unos impresentables yo no lo quiero ser..
Un abrazo,
Esteban
Pues fijate que yo ni me acordaba, cuando eran las 19:50 me preguntaron a mi y a mi mujer ¿ya habéis ido a votar? Ups!! pues no!!
ResponderEliminarDicho y hecho, salimos de casa y fuimos al colegio electoral que lo tengo a 2 minutos y votamos!
En fin...