jueves, 16 de julio de 2009

San Fermín y la muerte

Por José Manuel Beltrán

A conciencia y no por mor de mi pereza post-vacacional, he dejado transcurrir unos días para trasladar en estas líneas el lamentable suceso acaecido el pasado 10 de julio en Pamplona, con ocasión de unos de los tradicionales encierros de las fiestas de San Fermín. Allí, cuando muchos ciudadanos se encontraban camino de su trabajo sino ya en él, un joven madrileño de 27 años, Daniel Jimeno Romero, hijo y nieto de pamplonicas dejaba su vida de una brutal cornada, mortal por necesidad según el parte médico, propiciada por un astifino toro –de nombre Capuchino- que, horas más tarde, sería sacrificado no por el hecho de causar la muerte a Daniel sino, más bien, por haber sido seleccionado como actor secundario en la corrida vespertina encuadrada en los actos de la fiestas oficiales de San Fermín.

La última desgracia en similares circunstancias acaeció un 13 de julio de 1.995. Esta vez otro joven, de nacionalidad estadounidense, teñía de luto momentáneo y transitorio el empedrado pamplonica. Desde 1.924, ya son quince las personas que han dejado su vida en estas tristes circunstancias y aquí queda en duda si se contabiliza la última muerte de Fermín Etxeberria, corneado en 2.003 pero que murió en el hospital dos meses y medio después.

La algarabía, la diversión, la juerga y el disfrute de unas fiestas patronales –tan antiguas como las de cualquier otra población- no tienen, a mi juicio, que ir unidas al inmenso riesgo que conlleva el colocarse en carrera con un toro bravo –siempre más veloz que el animal humano- retándole a no se qué. La irresponsabilidad responsable de la gran multitud de corredores – en muchos casos en estado poco apropiado de equilibrio físico, que no quiero juzgar el mental- conlleva a unos riesgos innecesarios no sólo por su propia persona sino, también y de ahí la irresponsabilidad, de los cercanos a los que, sin duda, se debe empujar, tropezar y hacer caer al suelo para ¡ vete tú a saber ! deleite de los bravos.

Algunos, en defensa y como forma de evitar estas situaciones (que yo no comparto, pues nunca podrían evitarse sino ¡ quizás ¡, minorarse) aducen que el número de corredores es excesivo y, por tanto, se debería limitar el acceso a los encierros. Parece lógico que, como mínimo, esto debiera ser así aún cuando, me supongo, los defensores a ultranza de la fiesta no estarían de acuerdo.

Existen multitud de actividades, deportivas o no, que entrañan un alto riesgo en su ejercicio. Muchas de ellas no se encuentran reguladas pues, por ejemplo, difícil es regular que una persona decida, por ejemplo, escalar una alta montaña o volar en parapente. Pero, unas fiestas populares de la magnitud de las Fiestas de San Fermín o como cualquier otras, deberían interesarse más por la seguridad física de quienes, de una forma u otra, quieren celebrarlas.

En la misma tarde, el torero que cortó la vida de Capuchino, hizo un brindis al cielo –in memoriam de Daniel- para comenzar su faena y, al final de ella, curiosamente en una de sus manos portaba una oreja cortada de la cabeza de Capuchino. El minuto de silencio guardado previamente quedó avergonzado con tal acto. Las velas, colocadas posteriormente en el lugar del siniestro, no dejan de ser un acto de hipocresía ante algo en lo que quieres aparentar pena pero que, al día siguiente, volverás a repetir. Es por eso que la vela, ante tal vergüenza, termina apagándose por sí misma. Lo que yo no sé es cuando se volverá a iluminar nuestra sensatez.
Salud, ciudadanos.

16 comentarios:

  1. El toro, cuando cornea, lo que hace es defenderse, y ante tal multitud, ataca. Yo he vivido varios encierros (desde la barrera), en Peñafiel (Valladolid), allí son aún mas brutos, y como no sale en la tele, no hay municipales apartando a los que no ve en condiciones, he visto a gente correr el encierro, después de llevar borracho tres dias. Lo cierto es que la fiesta es divertida, en esos dias, el pueblo quintiplica su población, y esperan cada año las fiestas como agua de mayo.Estoy en contra de las corridas de toros, porque una vez vi una en la plaza, y vi y oí como se quejaba el toro, para mi es maltrato animal. Lo de los encierros, es otra cosa, es como dicen, un deporte de riesgo. Un beso

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  2. tal vez porque no tengamos esa misma tradición es que no la comprendo...por eso no la juzgo...........
    siempre voy a respetar, pero me parece que no es justo para el toro!!

    besos, amigo

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  3. Menudas vacas ciudadano!! EL tenis ok,eh?
    Bueno respecto al tema de hoy,supongo es dificil muy dificil decir algo.Yo no etsoy en contra de la fiesta taurina,pero creo que hay que regular estos festejos,quizás los de los pueblos pequeños más todavía.

    Un saludo

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  4. que susto con lo del tenis menos mal que lo arreglo el de los bombones, este el ferrero...y si deberian tener mas cuidadito aunque fijte la cantidad de gente que corre...ya mismo el toro va ir de cabeza en cabeza de los que corren....en fin descanse en paz este ciudaddano...un abrazo amigo....

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  5. Bueno, hay cosas como éstas que no deberían pasar nunca, es cierto.
    Pero es que la fiesta es la fiesta, y la gente que la vive de verdad (y me estoy refiriendo a los pamplonicas) sabe que esto puede pasar.
    Sí, es cierto que hay gente que corre que no está en condiciones, no lleva la indumentaria adecuada, van borrachos, o simplemente, no saben correr...
    Y eso lo sufren los que sí han dormido y les gusta correr en los encierros porque lo llevan haciendo toda la vida...
    Es triste que pasen estas cosas, sí, pero los que corren saben del peligro que traen los encierros...
    Vamos, digo yo...

    Besos, ciudadano!

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  6. SOY ANTITAURINA.

    No tengo nada más que decir.

    Un abrazo.

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  7. A mi lo que me sorprendió fue, ya lo comenté en otros blogs, que no suspendieran todo despues de la muerte de este joven.
    Aquí te puedo asegurar que lo hubieran hecho.

    BESOTES AMIGO CIUDADANO Y A SU ILUSTRE ESPOSA!

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  8. Stanley:
    Buena reflexión, Stanley. Quizás han considerado, como en la guerra, que el hecho solo ha sido un "daño colateral".

    Menda:
    Postura siempre respetable. No hay más que decir.

    Lourdes:
    No solo los pamplonicas saben del riesgo. Lo saben todos, incluso los que no corren. Y si por un motivo de diversión quieres asumir un riesgo extraordinario que, a su vez, afecta a otros es lo que me lleva a pensar lo de la irresponsabilidad responsable.

    Alijodos:
    Efectivamente, uno de los factores que agranda el riesgo es la gran masificación. Y eso sí que se puede controlar.

    Juancar:
    Coincido contigo Juancar. No he hecho un post referido a la fiesta nacional (en su momento caerá) sino a fiestas populares con toros, que me parecen cosas diferentes.
    Las "vacas" muy bien; el tenis, también y.. me acuerdo de tí y de "tu premio". No te olvido.

    Adrisol:
    No cabe duda que aquí el único no culpable es el toro.

    Isabel:
    Es verdad que en otros lugares está el toro embolao, etc.. y que el comportamiento humano es más cruel. Pero fiesta, diversión y peligro real de muerte me parece "fuerte".

    Un abrazo y besotes a todos y todas, CIUDADANOS.

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  9. Muchas gracias por el comentario. Siempre tan generoso. Ya estuve en tu nuevo blog, me encantó!

    BESOTES CIUDADANOS Y BUEN FINDE!!!!

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  10. Desgraciadamente esta tradición supone un gran riesgo para las personas, yo estuve en los San Fermines hace unos años, y la verdad, desde cerca, al ver el tamaño de los toros, y como corren todos alrededor, se ponen los vellos de punta.
    Es bonita la fiesta, todos de blanco, con fajin, pañuelo al cuello y boina, todo rojo, pero asusta un poco, todos beben demasiado, tienes que sortear personas tiradas en el suelo cuando andas por las calles, y en ese estado, casi de noche, es normal que pasen estas cosas.
    Te podría contar mucho mas, pero es tarde, ya te contaré otro día.
    Me gusta el homenaje que haces a este joven que ha dejado su vida por una insesatez, y ha metido en su casa el dolor de la muerte de un ser querido.
    Un beso de este marbellera, ciudadano.

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  11. No me había enterado de esta noticia hasta que no la he leído aquí. Es una desgracis, pero son de esas desgracias que se pueden evitar. No me gusta la "Fiesta Nacional" y todo lo que ello implica. Comparto totalmente tu opinión en esta reseña. Y con todos mis respetos hacia quienes apoyan esta fiesta, deberíamos de pensar en otras maneras de divertirnos. Una vez fui a una corrida y vi y escuché tanto sufrimiento por parte del toro que no he vuelto a pisar una plaza de toros para ver esa barbarie.
    Y ya he hecho la primera reseña de mi viaje a París. Lo haré en tres partes. A ver qué tal queda.
    Saludos desde La ventana de los sueños.

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  12. Te hice un comentario que ya sabes no salió por problemas técnicos, pero aquí estoy de nuevo.

    !! Pobre animal, el toro, figura y porte señorial con el que algunos se empeñan en jugar !!

    Nunca entendí esa forma de hacer fiesta ni de divertirse a costa de unos animales a los cuales deberíamos tener más respeto.

    Si estuviera en mis manos, por lo menos pondría orden para que ningún insensato pusiese su vida en peligro.

    En el mejor de los casos prohibiría esas fiestas populares, pamplonicas o de cualquier otro rincón de España. Es una diversión demasiado cara en vidas humanas.

    Ni te quiero contar de las corridas de toros, estoy en contra totalmente.

    Besitos guapo

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  13. Doñito, no puedo. Te he leído el viaje con toda atención pero esta entrada aún no puedo.

    Ciertas cosas, aunque te parezca mentira, aún son demasiado para mi. Ahora toda mi fuerza es para mi y lo de fuera para animarme la vida. En cuanto mejore un poquito, prometo tener fuerza para afrontar mejor las cosas y anirmar al ajeno.

    Besitos doñito

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  14. Cuando te pones delante de un animal sabes lo que te juegas (la muerte), si decides correr tienes un porcentaje alto de que te pase algo.
    Lo de limitar la cantidad de gente no haría más seguro el encierro. Para eso es mejor lo que vi en el blog desdemigruta.blogspot.com
    Un saludo

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  15. Buenas Jose Manuel. No voy a decir que la muerte de ese muchacho me ha gustado, pero espero que cosas como estas conciencien al personal para dejar de hacer estupideces como esta. Sí, como habrás comprobado soy antitaurino, es más, cada vez que oigo que alguien muere por una cogida o algo relacionado, no me alegro, pero tampoco "lloro". Es un riesgo innecesario, de una fiesta catalogada de nacional innecesaria, de una tradiccion innecesaria, mas típica de los hombres de cromagnon que de seres civilizados como creo que somos. Basta el maltrato y la muerte de estos animales. Se ahorrarian vidas humanas, como la de este muchacho.

    Un saludo, amigo

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  16. A mi tampoco me gusta eso de que se arriesguen vidas. Tendrían que regular el número de participantes y hacerles una prueba física o qué se yo.. Porque si no corren lo suficiente les puede pasar de todo y no solo poner en riesgo su vida sino la de los de alrededor..

    A mi me pilló en el hospital ese día y me dejó chafada pensar en esa muerte, pues justo vi ese encierro porque el compañero de habitacion de mi padre era aficionado a los mismos..

    Ojalá no se repita y no haya que lamentar más víctimas.

    besitos

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