miércoles, 16 de diciembre de 2009

La gula.... del Norte


Por José Manuel Beltrán


No me atrevo yo, aunque algunos de los más cercanos a mí dicen que en parte soy un experto, a hablar de forma directa de los Pecados Capitales. En primer lugar porque eso de los “pecados” es algo que queda en la subjetividad. Lo que para mí puede no serlo, para ti seguro que lo es, y así sucesivamente. Nos enseñaron, ya de pequeñitos, que eran tan solo siete. Yo, la verdad, creo que son mucho más de siete las distintas incongruencias que demostramos a lo largo de nuestra existencia, algunas sobre nosotros mismos y, lo más grave, las que demostramos a los ajenos.


Las fechas próximas, cargadas de tradición a veces exasperante, nos incitan a la degustación e ingesta de tal cantidad de alimentos que hace inevitable, pasadas las celebraciones, tomar número para aceptar la sugerencia de participación en el gimnasio de turno. Entremeses, sopa, carne y pescado, postre y buenos caldos –por supuesto aperitivo, blanco, tinto- y terminaremos con cava, sidra para los más melindrosos, para a continuación dar rienda suelta a eso que llaman “copas”, que vete tú a saber como se llama lo anterior.


Lejos han quedado las vacaciones, en esas en que puestos a no dar demasiado dispendio de nuestros ahorros, buscamos y rebuscamos los mejores menús del día a los precios más económicos. En casa, de forma habitual, disfrutaremos muy a menudo de una buena tortilla de patatas, sándwiches variados, ensaladitas y platitos “de cuchara”, de los también tradicionales pero más caseros. Algunas veces, sea por las prisas o porque no son fechas de tradición, las latas de conservas –haciendo honor a su nombre- realizan perfectamente su función.


Por tanto da lo mismo que nos encontremos al Oeste, Sur, Este o en el Norte. Pecaremos, seguro. Yo lo haré, aunque mi problema mayor será convencerme a mí mismo que después de unas buenas gulas del Norte me tendré que comer el jodido polvorón.


Salud, ciudadanos.

15 comentarios:

  1. A mi las gulas no m e van, pero ponme un plato de marisco, que no quedan ni los bigotes de las gambas, jajajajajja!

    ResponderEliminar
  2. que razón tienes al final nos pondremos morados aunque no queramos(a mi me encantan los polvorones).... y es verdad que antes eran comidas especiales, cosas que antes ni veías. Y ahora cuando una quiera come lo mismo o mejor.

    ResponderEliminar
  3. Y comiendo ese polvorón, que no se te olvide decir con la boca bien llena eso de "PAMPLOONAAAAAAA".... jeje... No me gustan los polvorones!! (verás que no coincido con el de aqui arriba, eh?? pero oye.. un platito de gulas, me las como muy pero que muy a gusto.

    Pecaremos. De eso no hay duda.

    Un besote (y otro fuertote para Nuria)

    ResponderEliminar
  4. Y después de eso, en mi caso, una copa de sidra. Seré una melindrosa de ésas que decías?
    jajajajaa


    Besos, Ciudadano!!!

    ResponderEliminar
  5. En estas fechas se debe comer y beber lo que manda la tradición, jejeje
    Saludos,

    ResponderEliminar
  6. Yo todos los años hago la promesa de contenerme pero acabo los diez días cebado.

    ResponderEliminar
  7. A mi la gula no es que me guste pero el pescado y la carne y otras cosillas me encantan...no te indigestes amigo mio...un abrazo...

    ResponderEliminar
  8. a mi me encantan las gulas y las hacemos con cocochas de merluza plato exquisito los polvorones me pasa cocmo a ti tambien se me atragantan...menos mal que solo es en Navidad.

    Un abrazo ciudadano!!

    ResponderEliminar
  9. Hola, ciudadano, ¿piensas engordar para la Navidad?.
    No es bueno comer demasiado, las gulas son caras, y te arruinarán, y no digamos los polvorones, con lo que engordaaaaan.
    Te deseo una feliz navidad, y come todo lo que quieras, que en estas fechas todos nos pasamos un pelín.
    Un besazo, de esta ciudadana, amiga tuya.

    ResponderEliminar
  10. Hola José manuel ,en Navidad todos con empacho y colesterol jajaja y déspues a cuidarse como tiene que ser .

    .Feliz Navidad amigo , un abrazo de MA.

    ResponderEliminar
  11. jajaja
    Pero que manera placentera de pecar!!!!
    Y bueno, la penitencia posterior, no es tan mala...todos nos volvemos sanos en el comer y en el ejercitar jajajaja!!
    Un abrazote
    Gizz

    ResponderEliminar
  12. Mi querido amigo, lo que antes era un lujo, y hacia estas fiestas mas especiales, ahora se puede comer cuando quieras, y hace que halla perdido el encanto. Aunque tambien hay muchos que no podran ni comer en estos dias. que mal repartido esta el mundo ¿No crees? Un beso

    ResponderEliminar
  13. Muy bueno primo. Me gusta el título tan casero para un texto tan profundo. Me gusta la segunda parte donde das rienda suelta y nos sacas una sonrisa ante cada polvorón y cada copa. De la primera parte me gustaría que leyeras "mis siete pecados capitales" Intentaré copiarte la entrada, pero si no puedo, por si lo quieres mirar, te diré que es del mes de abril.
    Encantada de haberte encontrado.
    Un saludo y ¡Feliz Navidad! Por cierto que en mi blog he dejado una felicitación y te incluyo en ella.

    ResponderEliminar
  14. Bueno, es una tonteria copiarte el enlace. Sólo tienes que entrar en mi blog y hacer click en abril.

    ResponderEliminar
  15. Hola!
    Pues yo he de reconocer que me encantan las gulas (sobre todo la gula del norte, he de reconocerlo). Se pueden tomar todo el año, pero no se porqué en navidades me saben distinto, igual es porque no las tomo al ajillo como siempre, sino en ensaladas o cannapes.

    Los polvorones pasarán a la historia, ultimamente siempre se quedan en el plato...tristemente olvidados, como el turrón.

    Un saludo!!

    ResponderEliminar

Si has llegado hasta aquí, a mí me gustaría conocer tu opinión. Gracias, por realizarla.