por José Manuel Beltrán
Estaba yo tranquilo disfrutando de este domingo, ya casi primaveral, cuando una serie de correos electrónicos han venido a causarme la obligación de tener que escribir estas líneas. Dos amigos "blogueros" que no cito directamente se han enfrascado en una discusión dialéctica sobre las distintas lenguas del Estado. Les he avisado, en la copia del correo que me enviaban, que me apropiaba del título para el artículo y, al mismo tiempo, les invitaba a que todas sus reflexiones las efectúasen vía comentarios en el blog. Y así lo espero, pues si no me defraudarían un poco.
Todo empieza, y no voy aquí a descubrir el origen específico de los comentarios (aunque es fácilmente deducible), porque uno de ellos al referirse a Bilbo, pregunta ¿Y por qué no Bilbao?. ¡Ya está, la hemos "armao"!. En la respuesta, se dan detalles históricos muy precisos del por qué, a lo que los castellanos conocemos como Bilbao en euskara se denomina Bilbo, al igual que con Vitoria que en euskara pasa a denominarse Vitoria-Gasteiz, manteniéndose en este caso las dos acepciones en una sóla.
No contento con ello, uno de los dos apela a la gran dificultad de entender el nombre de las poblaciones cuando, por ejemplo, coge un mapa de carreteras. Su memoria y aprendizaje viene de muchos añas atrás. En aquellos tiempos a las poblaciones se les llamaba y leía por su nombre en "cristiano" (el comentario es de uno de los contertulios que, personalmente, no comparto). Quizás, recalca, no interesa cambiar el nombre en euskara a todas las poblaciones por motivos publicitarios. Así, manifiesta, tendrían menor repercusión. En forma irónica, la contra-respuesta es: ¿Acaso los catalanes y los vascos no son cristianos? o es que no están puestos los nombres de las poblaciones en las dos lenguas.
El siguiente paso de la tertulia electrónica es más profundo. Uno de ellos afirma que al viajar a Galicia (Galiza); Pais Vasco (Euskadi o Euskalerría) y Cataluña (Catalunya) es como si viajase al extranjero y si le hablan en "español", eso que se encuentra. La respuesta es absolutamente contraria y contundente terminando, eso sí, con una amable invitación a visitar Euskadi para comprobar que podrá hacerse entender en castellano.
Demuestra lo anterior, a mi entender, que a pesar de haber conformado un Estado autonómico no hemos logrado desarrollarlo, en el más amplio de los sentidos, en las relaciones de los conciudadanos del mundo. La Constitución reconoce, de forma oficial, la existencias de distintas lenguas dentro del Estado y, obviamente, a ser utilizadas. El desconocimiento de las mismas por los ciudadanos de otras comunidades e, incluso, por los de la misma comunidad no es impedimento para su utilización. Se trata de nuestra cultura, de nuestras raices, de nuestro patrimonio. Algo tan importante, debe ser defendido por todos y, más que defendido, ampliado al conocimiento del resto.
¿Y áquellos que, por cualquier motivo, no quieran integrarse en estos conceptos? Pues, simplemente respetarlos, al igual que ellos deben respetar al resto. Pero atacar a los ciudadanos que comparten más de una lengua por el hecho de poseer un bagaje lingüstico mayor, no es de recibo. Desde hace muchos años en nuestro sistema educativo se imparten idiomas extranjeros. No me parece tan descabellado que en aquellas comunidades que no comparten las otras lenguas oficiales, se comience el aprendizaje del gallego, euskara y catalán.
¿Sentirse en el extranjero?. No hablo euskara, ni catalán. Si algo de gallego, de forma imperfecta. Salvo el euskara (realmente difícil, para mí) la lengua catalana y la gallega comparten las raices latinas. Al igual que el castellano, y en una velocidad de habla -diriamos que pausada-, son fácilmente entendibles a nivel básico. En mis variados viajes por esta piel de toro, nunca he tenido ningún problema de entendimiento o de cualquier tipo. No valen estas excusas, de la misma forma que no comparto ninguna radicalidad.
Extralimitar esta cuestión -de por sí, importante- a niveles de confrontación es propiciar resentimientos y polémicas estériles. Ni moros, ni cristianos. Y puestos a viajar, hay navegadores con precios muy económicos que se pueden programar en la lengua del conductor.
Salud, osasun, saúde, salut; ciudadanos.
je je je Buen Post !
ResponderEliminarQue conste que al que le has "guindado" el título es a Andrés, no a mí o sea que "las explicaciones aél" ¡y que Dios te coja confesado!
Por cierto, has conseguido "poner una vela a Dios y otra al Diablo" no decantándote demasiado por ninguna de las partes (aunque detecto que estás a mi favor, como no podía ser de otra manera).
Ahora me toca a mi escribir un post sobre el tema asi que "preparate" porque yo si que te voy a citar... y a Quilopan también....
Un fuerte abrazo,
Esteban
¡¡Eso no vale !!. Tú tienes más público seguidor que yo. Me habeis provocado, y he picado el anzuelo para "también provocar". Jooo ¡ yo también quiero aquí, tantos comentarios como tú !! jajaja.
ResponderEliminarY, además, estoy en desventaja contigo. Ya he reconocido que no hablo Euskara. jaja
Un saludo,
Querido José Manuel:
ResponderEliminarVeo que ha habido cruce de e-mails entre Esteban y Quilopan, haciéndote partícipe de todo ello, y ahora que, escribes tú, viene Esteban y te quita la idea. Lo que hay que ver. Esteban se va a enterar de lo que vale una peineta andaluza!!!
A mí, personalmente, la entrada me parece impecable, porque el problema de "Los Reinos de Taifas" en los que se ha convertido nuestro país (ojo entiéndaseme bien que no estoy contra las autonomías pero si en las diferencias que hay tan abismales entre ellas, creando la sensación de ser de primera, segunda o tercera regional, dependiendo de tu sitio de residencia).
Yo soy hija de canario y catalana, y estuve desgraciadamente casada con un gallego 18 años. No tengo problema para entender y chapurrear ni el catalán ni el gallego.
Pero si que reconozco que cuando viajo al País Vasco, me cabreo porque no entiendo los carteles. Acabo dando más vueltas que una peonza y "acosando" a ciudadanos, que hay que reconocer que en Bilbao son maravillosos y te ayudan un montón, no tanto en Donosti y mucho también en Álava, para que me "desenreden" la madeja y pueda llegar a mi destino sin hacer más kilómetros que de Madrid a Bilbao o Bilbo, que tanto me da, que me da lo mismo.
Es más, no me importa nada en absoluto llamar Hondarribia a Fuenterrabía, pongo por ejemplo, porque cada uno decide como quiere llamarse, y si el pueblo así lo ha decidido, no seré yo quién ponga pegas.
Claro que aprovecho para reivindicar que quiero que digan Madrid, no Madrizzzzzz.
Que los de la capital, también somos hijos del cielo.
Por cierto, esa fotografía que has puesto en tu cabecera del blog, debería estar prohibida. Piensa en la cantidad de gente que te lee desde sitios donde hace un frío que pela, que no ven el sol más que a cuenta-gotas y el mar, mi mar, sniffffffffffff, ni hablar puedo.
Dale un besito de mi parte y dile que enseguidita nos vemos, si puedo el mismo puente del 19 de Marzo.
Besitos encanto
¡Que te voy a decir yo, de mi Madrid!. Nacido en Chamberi, ya se sabe: De Madrid al cielo. Pero, por aras del destino profesional, me he convertido en ciudadano del mundo.
ResponderEliminarLo de la foto. Es que no tenía una con nieve y todo. Aquí es más difícil. Pero ese beso al mar, descuida que lo recibirá de tu parte. O, si quieres, se lo das tú personalmente aquí en Marbella, en el puente de Marzo. Tú decides.
Besossss
Buenas José Manuel. Veo equitativo poner mi opinión igual en los dos blogs ya que tratan de la misma noticia y tengo el honor de tenerlos entre mis sitios de interés. Aquí os lo dejo amigos.
ResponderEliminarBuenas comentaristas, no suelo dejar comentarios por este blog, y seguramente sea un completo desconocido (salvo José Manuel que me conoce bien). Pues bien, yo quería romper una lanza a favor de la segunda postura.
Quiero dejar claro primero que estoy a favor de los particularismos españoles, es más es algo que hace más atractivo nuestro país. Bien es cierto que estos particularismos “no deben” (a mi juicio) radicalizarse como los pensamientos de Sabino Arana o como una escalofriante noticia de hace algunos meses en Cataluña de aquello de “los letreros de las tiendas quedan prohibidos estar escritos en español” que solo recuerdo vagamente.
Pero es cierto que el idioma oficial es el español y al igual que los extranjerismos se españolizan (por ejemplo mitin o parqué, carné chalé…etc) los nombres de las ciudades también se españolizan. Así Cataluña sera con eñe y País Vasco no será, para mí, ni Euskadi, ni Euskal Herria. De todas formas estoy abierto a argumentos que quizá me pueden convencer, ¿por qué no?
En cuanto al castellano versus español, yo defiendo el idioma español, que no eclipsa a los otros dialectos (o lenguas, este no es el debate jajaja) que se hablan, porque creo creer que el español se habla allí donde conviven con otras lenguas autonómicas. El castellano por su parte, yo lo entiendo como aquel idioma antiguo que nació en el antiguo Reino de Castilla y que, a lo largo del tiempo, evolucionó y derivó en español.
Finalmente, los académicos de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española afirman “Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, no hay preferencias por una denominación u otra” y “En el ámbito normativo prescriptivo, según la normativa establecida por los principales organismos de política lingüística del área hispanohablante en lo relativo a la codificación del estándar idiomático, castellano y español son términos sinónimos, aunque el Diccionario Panhispánico de Dudas, obra de carácter normativo actualmente vigente recomienda no obstante la denominación de “idioma español” por ser la utilizada generalmente en otros idiomas nacionales (Spanish, espanhol, espagnol, Spanisch, Spaans, spagnolo, etc.)”
Solo es mi opinión, menos o más acertada, pero es mi humilde opinión.
Rubén Romero Calzado
Son las doce de la noche. Mañana salgo de viaje y para cuando vuelva esto estará que arde... buenamente, pero ardiendo. Lo menos que puedo hacer es trasladar aquí el último mensaje intercambiado, y que Dios reparta suerte. Allá va:
ResponderEliminarVaya dominguito! ¡Y nos lo queríamos perder!... No puedo irme de viaje sin contestar a mi amigo Esteban sobre el último mensaje recibido. El que mande una copia a José Manuel... pues ya no lo sé... a estas alturas de la película. Creo que la cosa empezó por Revo y Chávez, donde José Manuel intervino con sus comentarios... no sé, es igual, así haces de notario de este post adyacente...
Amigo Esteban: 1.- En primer lugar, no me ofendo por lo que me dices. Lo que hace falta es que tú no te enfades con lo que yo te digo. Es mi forma de pensar sobre el tema que tratamos. 2.- En tu anterior e-mail me haces unas preguntas que te respondo en el mío y tú, sin hacer mención a nada de lo que te digo, te vas al final de mi mensaje, y me dices que cometo un error de colegial... Bien, pues te explico cómo lo veo yo. 3.- Yo no hablaré nunca del castellano. Siempre hemos dicho que somos españoles y hablamos español. Así lo requieren en cada formulario que nos solicitan. Si voy a comprar un diccionario en una librería, me dan un dicc. español-inglés/inglés-español. Si unos extranjeros acuden a una academia de idiomas, asisten a un curso de español para extranjeros. Yo uso la palabra español sin ninguna connotación añadida. Para mí es lo natural y simple. 4.- Tampoco usaré los términos Catalunya, Euskadi, Euskara... sencillamente porque no sé usarlos con propiedad. Para mí son palabras ajenas a mi idioma. Yo siempre hablaré de Cataluña, País Vaso o provincias vascongadas, y de la lengua vasca. Sin ningún ánimo peyorativo, ni tufillo, ni connotaciones franquistas, ni nada de nada... que huela a política. Simplemente porque no quiero complicarme la vida con ese tema. Por ejemplo: no tengo ni idea del inglés. Mis hijos se ríen de mí cuando pronuncio ON LINE tal cual. Lo que tenía que decir es EN LÍNEA... que es lo propio entre nosotros, en español. 5.- Parece que tampoco estás de acuerdo con que se diga vascuence... pues apaga y vámonos. Vosotros sois (para mí...) vascos y vuestra lengua si no es el vasco... será el vascuence. Ahora dices que es el EUSKARA... a mí me suena siempre "eusquera"... y termino antes diciendo vasco. Yo no entiendo nada de palabras llenas de K y de X, tanto en tu tierra como en Galicia o en Cataluña. ¿Cómo voy a escribir a mis años, palabras como XABIER o Xavier o Patxhi o vete tú a saber... ? ¿Cómo se pone Guecho? Pues Guecho será para mí siempre Guecho y Sangenjo, Sangenjo. 6.- Una pregunta: ¿Por qué los vascos no habláis normalmente, a diario... en vascuence?(Como hacen los catalanes y los gallegos) Es una curiosidad. 7.- Debes saber que siempre me ha encantado toda la tierra que va desde Irún hasta La Guardia en Pontevedra. Desde hace muchísimos años. Iba en 600 allá por el año 1968. Me hubiera gustado vivir en cualquier punto del litoral mirando al mar. Cataluña la he visitado menos, pero tampoco he salido descontento cuando lo he hecho. Yo siempre hablando en español me han contestado lo mismo, sin problemas. En mayo voy a Lloret de Mar. Ya te contaré... si todo lo que te cuento en este mensaje no supone una barrera para seguir comunicados, porque cambiar no voy a cambiar. Un abrazo de un conquense...
Hola Jose Manuel, yo en cataluña, con el idioma no he tenido problemas, cuando me he dirigido a cualquiera, al ver que hablaba castellano, inmediatamente dejaban de hablar catalán, si he tenido algún problemilla con los carteles, me hice algunos Kms. de mas, en el pais Vasco, mas de lo mismo, te hablan en castellano si no eres de allí, pero te tiras todo el dia preguntando porque no entiendes los carteles, en Galicia, menos, porque se entiende mejor el gallego. De todas formas, cada uno tiene derecho a conservar sus raices y su cultura. Y no es por nada, en Cadiz tengo mucha familia, y sobre todo en Jerez, no siempre se les entiende, menos mal, que son familia, y tienen la amabilidad de traducirme. Un beso
ResponderEliminarYo creo que todas son lenguas oficiales del estado y como tales deben ser utilizadas en su comunidad autnoma sin olvidar de que tenemos una lengua comun que es el castellano y que esta no puede ser sustituida sistematicamente por la lengua de la comunidad autónoma. Asi lo refleja La Constitución Española de 1.978:
ResponderEliminarArt. 3.
1.- El castellano es la lengua oficial del estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
2.- Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas comunidades autónomas, de acuerdo con sus estatutos.
Pero el problema es grave cuando te das cuemnta que en determinadas comunidades autonomas se multa por rotular encastellano, cosa que no debería suceder por que es la lengua oficial. Respeto es lo que yo pido pero para todos. Saludos.
Gracias por vuestros comentarios
ResponderEliminarIsabel:
Coincido contigo y así lo he expuesto en la importancia de nuestro arraigo cultural. Efectivamente, como tú bien dices, yo también no he encontrado nunca ningún problema cuando he viajado a Cataluña/Catalunya. Lo fundamental es el respeto de todos con todos. Y lo de Cadiz (Caí): es que allí hay pero que mucha guasa. ¡Son maravillosos!
Espero verte pronto por aquí un beso.
Alijodos:
Llevas razón. La Constitución es clara. Lo de la multa por rotular en castellano, al parecer, era por no rotular también en catalán. Respeto, respeto y respeto. Estoy contigo.
Gracias por tu colaboración
Un abrazo,
Nota:
ResponderEliminarLas respuestas anteriores son las del editor: José Manuel Beltrán.
Perdonad, pero he tenido un lapsus con el g.mail
José Manuel
Hola, perdón por la interrupción, he visto tu blog a raiz de Alma y bueno he comenzado a leer y no puedo reprimir el hacer un comentario.
ResponderEliminarMi padre era de Ourense, mi madre de Sevilla, vivieron en Euskal-Herria y allí en Vitoria-Gasteiz nací yo y me crié, emigré a Catalunya y me casé con un Cordobes, mis hijos son catalanes y como tales hablan castellano y catalán de lo que me siento muy orgullosa,ya que el euskera he sido incapaz de aprenderlo, pero aún así tanto en Euskal-Herria como en Catalunya, como en Cordoba me siento muy a gusto, intento por todos los medios aprender y nunca he tenido problemas de comunicación.
Se puede si se quiere, con respeto hacia todo y hacia todos, solo hay que poner un poquito de nuestra parte.
Un beso, muzu bat, un petonet a tothom, un bico.
Gracias "sonrisa", por tu comentario. Totalmente, de acuerdo. Y lo escrito por tí demuestra que no deben existir barreras para llevar a buen término nuestras relaciones. Ese orgullo que escribes y demuestras debe ser el punto de partida de todos aquellos cuya intolerancia está en alto grado. Y de esa forma, nunca conseguirán progresar.
ResponderEliminarLo siento, te copio. Te devuelvo ese beso, muzu bat, petonet y bico de todo corazón.
Espero verte pronto por aquí, ciudadana.
Yo viví 10 años en el estado español, tengo 26 y sé hablar galego, português, catalán y aprendo poco a poco a expresar cosas en euskera, por supuesto domino perfectamente el español...
ResponderEliminarLo que encuentro en mucha gente es el negarse a aprender otro idioma por cuestiones políticas, que puede ser muy lícito pero no deja de ser un capricho, el saber no ocupa lugar, ¿por qué renunciar a acumular conocimiento?
Gracias Revo. Efectivamente, estoy contigo. Nunca se debe renunciar a acumular conocimiento ni por cuestiones políticas ni, por nada.
ResponderEliminarUn saludo, ciudadano Revo.