Por José Manuel Beltrán
El calendario, como la edad, es inexorable. Aún cuando en el transcurso de nuestras eras algunas civilizaciones hayan adoptado calendarios diferentes, todos han logrado coincidir en algo –que yo aquí reseño como sentencia, pero que no tiene ningún mérito por ser perfectamente conocido- y es que, el día 31, es el último del mes de agosto.
La entrada en el noveno mes de año tiene unas connotaciones muy especiales, en lo que a España se refiere. El pistoletazo de salida lo ha dado, el denominado por la ETB en su programa de humor, el real y permanente hombre negro. Un personaje que, junto a su familia, pasa todos los años sus vacaciones de agosto en Palma de Mallorca practicando el popular y barato deporte de la vela –de ahí el bronceado- y que, en invierno, su bronceado se resalta tras el disfrute de las pistas de esquí. A deshoras –el resto de los meses del año- el moreno, aún cuando de menor intensidad, se conserva en populares cacerías por el monte, más bien allá de nuestras fronteras, o viajes oficiosos –que nosotros llamamos privados- en lugares más o menos paradisíacos.
Los ciudadanos de sangre azul ¡ bueno, menos una ¡ en un buen número regresan a casa para adentrarse en el profundo mundo de los trastornos y síndromes. El mayor de ellos, aunque el de menor importancia pues millones de parados no llegarán a sentirlo, es el denominado síndrome “postvacacional”. Es como una gripe- espero que no la A- que dura del orden de una semana. Después, o más bien casi de inmediato, comienzan los trastornos por localizar todos los libros de texto de nuestros hijos; adquirir la nueva mochila ¡que no sé yo por qué hay que cambiarla todos los años!; organizar los uniformes; decidir si le apuntamos a Educación para la Ciudadanía; regar las plantas que, sedientas de sed, nos esperan después de un mes tan caluroso; volver a dar la lata al médico pues hace un mes que no le vemos; inscribirnos en las clases de inglés, el gimnasio, el tai-chi, o el curso de la dieta del cucurucho que, cualquiera de todos ellos, no lograremos acabar.
Los profesores, tras su mes de vacaciones ¿ o son varios, que no me acuerdo ¿, tendrán otros doce o quince días para preparar la materia para el próximo curso ¡ sí, hay que prepararla, aunque sea la misma del año pasado ¡. Los médicos titulares regresarán a sus consultas y hospitales; los jueces a sus despachos –pues ya se sabe que en agosto se interrumpe en gran manera los trámites ante los juzgados-; los “futboleros” sólo se preocuparán de contratar el nuevo canal Gol TV o el del “plus” pues, este año, tenemos la liga de las grandes estrellas. Nuestros abuelos, algunos, tendrán suerte y sus familiares se acordarán de ellos para rescatarlos de esa residencia en la que quedaron ubicados durante ese mes de agosto, regresarán a casa.
El Gobierno, este año sin remodelación ministerial pues en agosto tradicionalmente se practicaba este deporte, regresará con bríos nuevos para gobernar con medidas innovadoras ante la crisis: Que te subo los impuestos directos, que no te doy este año los 400 euros, que esto ya va mejor y queda muy poquito para salir del agujero, etc., etc… Los de la oposición, que yo denomino los opuestos porque son los que están al otro lado del hemiciclo ¡pero nada más!, seguirán diciendo que lo de Gurtel no es cosa suya, que esto sigue siendo una dictadura y que siguen espiados; que tienen los nombres pero que les de vergüenza decirlos, demás tonterías y etc., etc…
Hoy, ¡ por fin se acaba agosto ¡. El paseo marítimo, así como el resto de mi ciudad –Marbella- ha quedado libre de invasores que regresan a sus castillos ubicados en las urbes alejadas de la calidad de vida que por aquí disfrutamos. Y todo esto será así, una de dos, hasta que modifiquemos el calendario (cosa improbable) o, adecuemos nuestras vacaciones; trabajos; estudios y resto de obligaciones a todos los meses del año. Eso se llama conciliación horaria, no sólo en el ámbito laboral, sino a mayores niveles.
Hoy ciudadanos, día 31, ¡ por fin se acaba agosto ¡, pero no por eso voy a dejar –pues algunos la van a necesitar mucho más- de desearos lo de siempre: Salud
El calendario, como la edad, es inexorable. Aún cuando en el transcurso de nuestras eras algunas civilizaciones hayan adoptado calendarios diferentes, todos han logrado coincidir en algo –que yo aquí reseño como sentencia, pero que no tiene ningún mérito por ser perfectamente conocido- y es que, el día 31, es el último del mes de agosto.
La entrada en el noveno mes de año tiene unas connotaciones muy especiales, en lo que a España se refiere. El pistoletazo de salida lo ha dado, el denominado por la ETB en su programa de humor, el real y permanente hombre negro. Un personaje que, junto a su familia, pasa todos los años sus vacaciones de agosto en Palma de Mallorca practicando el popular y barato deporte de la vela –de ahí el bronceado- y que, en invierno, su bronceado se resalta tras el disfrute de las pistas de esquí. A deshoras –el resto de los meses del año- el moreno, aún cuando de menor intensidad, se conserva en populares cacerías por el monte, más bien allá de nuestras fronteras, o viajes oficiosos –que nosotros llamamos privados- en lugares más o menos paradisíacos.
Los ciudadanos de sangre azul ¡ bueno, menos una ¡ en un buen número regresan a casa para adentrarse en el profundo mundo de los trastornos y síndromes. El mayor de ellos, aunque el de menor importancia pues millones de parados no llegarán a sentirlo, es el denominado síndrome “postvacacional”. Es como una gripe- espero que no la A- que dura del orden de una semana. Después, o más bien casi de inmediato, comienzan los trastornos por localizar todos los libros de texto de nuestros hijos; adquirir la nueva mochila ¡que no sé yo por qué hay que cambiarla todos los años!; organizar los uniformes; decidir si le apuntamos a Educación para la Ciudadanía; regar las plantas que, sedientas de sed, nos esperan después de un mes tan caluroso; volver a dar la lata al médico pues hace un mes que no le vemos; inscribirnos en las clases de inglés, el gimnasio, el tai-chi, o el curso de la dieta del cucurucho que, cualquiera de todos ellos, no lograremos acabar.
Los profesores, tras su mes de vacaciones ¿ o son varios, que no me acuerdo ¿, tendrán otros doce o quince días para preparar la materia para el próximo curso ¡ sí, hay que prepararla, aunque sea la misma del año pasado ¡. Los médicos titulares regresarán a sus consultas y hospitales; los jueces a sus despachos –pues ya se sabe que en agosto se interrumpe en gran manera los trámites ante los juzgados-; los “futboleros” sólo se preocuparán de contratar el nuevo canal Gol TV o el del “plus” pues, este año, tenemos la liga de las grandes estrellas. Nuestros abuelos, algunos, tendrán suerte y sus familiares se acordarán de ellos para rescatarlos de esa residencia en la que quedaron ubicados durante ese mes de agosto, regresarán a casa.
El Gobierno, este año sin remodelación ministerial pues en agosto tradicionalmente se practicaba este deporte, regresará con bríos nuevos para gobernar con medidas innovadoras ante la crisis: Que te subo los impuestos directos, que no te doy este año los 400 euros, que esto ya va mejor y queda muy poquito para salir del agujero, etc., etc… Los de la oposición, que yo denomino los opuestos porque son los que están al otro lado del hemiciclo ¡pero nada más!, seguirán diciendo que lo de Gurtel no es cosa suya, que esto sigue siendo una dictadura y que siguen espiados; que tienen los nombres pero que les de vergüenza decirlos, demás tonterías y etc., etc…
Hoy, ¡ por fin se acaba agosto ¡. El paseo marítimo, así como el resto de mi ciudad –Marbella- ha quedado libre de invasores que regresan a sus castillos ubicados en las urbes alejadas de la calidad de vida que por aquí disfrutamos. Y todo esto será así, una de dos, hasta que modifiquemos el calendario (cosa improbable) o, adecuemos nuestras vacaciones; trabajos; estudios y resto de obligaciones a todos los meses del año. Eso se llama conciliación horaria, no sólo en el ámbito laboral, sino a mayores niveles.
Hoy ciudadanos, día 31, ¡ por fin se acaba agosto ¡, pero no por eso voy a dejar –pues algunos la van a necesitar mucho más- de desearos lo de siempre: Salud
Eso, José Manuel, tú lo has dicho "por fin!".
ResponderEliminarQue llega un momento, que el mes de agosto se hace hasta pesao..
jeje
Besos, Ciudadano!
Efectivamente ciudadano, ya acaba agosto, volvemos a la tranquilidad de nuestro pueblo, yo he terminado el mes dedicando una poesía al mes de septiembre, en el que se acaban las vacaciones y volvemos a la rutina.
ResponderEliminarEl gobierno, habrá descansado, pero ahora, por lo visto, va a aceptar algunas de las condiciones de la patronal, como los contratos temporales ¿con qué almohada lo habrán consultado?, pues esa misma almohada, les ha dicho que suban los impuestos, aunque ahora, por lo visto, el IRPF no van a gravarlo más, como lo hagan en vez de cobrar a fin de mes, vamos a tener que devolverles dinero.
Esero que no me dé el sindrome postvacacional, "tomorrow in de mornig", empiezo de nuevo a trabajar, pues bueno, si hay que ir se va, pero ir por ir.... ¿para qué?.
Besos ciudadanos, acertada entrada para el fin del mes de agosto, septiembre tendrá mucha movida, los políticos vuelven a su vida normal, por decir algo.
Besos ciudadano, hasta pronto, no te pierdas.
Deseando estábamos que terminaran estas vacaciones... ¿o no?
ResponderEliminarA partir de mañana los periódicos tendrán mas relleno, y nosotros menos tiempo para leerlo, lo que nos causará cierta felicidad.
A seguir leyéndonos, compañero,
Vaya cachondeo te traes con lo del abuelo, ¿cuantos nietos tienes?, buen blog es de tu mujer, me ha encantado, natural y familiar.
ResponderEliminarBonitas fotos ¿eres tú el de las fotos?, muy alegres, los abuelos se llevan bieeeen, vivaaaaa.
Pues lo dicho, que seais felices con vuestros nietos, ellos nos lo dan todo, el cariño, los besos, y su inocencia.
Felicidades, abuelo ciudadano.
Uy menos mal que se acabó. Creo que este ha sido uno de los peores meses de Agosto de mi vida. Aunque mañana empiece septiembre hasta el 15 no se notará, con este calor todo y todos estamos ralentizados. (menos los malos, esos nunca descansan jajajajajaja) Saludos cariñosos
ResponderEliminarPor fin se acabo agosto..y los de sangre roja a currar..los de sangre azul de caza...los parados siguen parados..los governantes que no dan una..los de la oposicion pues eso opuestos en todo..Amigo que en este pais cada uno va a su bola.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Tu lo dices bien Estela, cada uno va a su bola.
ResponderEliminarMenos mal que acabo Septiembre, se me ha hecho interminable, incluso agobiante.
Mis mejores deseos estan dirigidos para el comienzo del otoño esperando que la normalidad ( si es que podemos llamarlo así ),retome su curso. A ver si esta desgana mía acaba de una vez.
Besitos guapo
Bueno, menos mal que acabó agosto, y algunos se quedaron a gusto en casa de Augusto.
ResponderEliminarAhora, empieza la cuenta atrás para Navidad, y ya nos habremos cargado otro año más.
Y así, hasta el final de nuestros días
Aguda e incisiva mirada al período post vacacional. Menos mal que a mí me falta mucho, primero tengo que vacacionar y luego pasar por todo lo que mencionaste. Excelente post.
ResponderEliminarBESOTES CUIDADANOS, QUERIDO AMIGO!
jAJAJAJA, por lo general (hoy estoy más de guasa, que de costunbre) sois todos unos "cachond@s.
ResponderEliminarPero ¿qué gaitas? .. Ser sinceros, vosotros no quereis que se acabe agosto, ni setiembre, ni los demás...... siempre y cuando, claro, no tengais la obligación necesaria de ir a currar. ¡Vamos, que si yo y vosotros tuvieráis la "pasta" suficiente os iva a dar igual que se acabase agosto, setiembre o el mes de las flores, jajajajaja.
Buenos, ciudadanos, tomároslo como contestación a broma, que ahora..... los de sangre azul, (menos algunos afortunados que todavía no han tomado sus vacaciones) tendremos que ir a trabajar.
Gracias, a todos, por vuestros generosos comentarios.
Pues a mi me da igual que termine agosto, el calor sofocante sigue estando aqui, los guiris siguen estando aqui, el hotel sigue abierto, y yo sigo currandoooooooo aissssssssssssssssssssss, que llegue octubre por favorrrrrrrrrrr, la lluviaaaaa y el fresquito!!!!
ResponderEliminarUn besito ciudadano!!!!! oye, leo por ahi, que nuria está desganada??? oh oh, ciudadano tienes trabajillo que hacerrrrrrrrr!!!! pon manos a la obra ehhhhh
Amigo los maestros no disponen de 15 dias para preparar la materia, la misma del año pasado...Muchos se enfrentan a nuevas clases, nuevos alumnos y distintos curriculums...Ademas hay que organizar muchas mas cosas...Y no creo en el sindrome post vacacional cuando a lo mejor te has ido una semana que te digo yo, a cancun...peor es el que no tiene el sindrome por que no tiene donde ir a trabajar.... saludos ciudadano..
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