domingo, 4 de enero de 2009

Subvención, Financiación o Inversión

Marbella, 4 de enero de 2.009

por José Manuel Beltrán


Desde ya hace casi dos semanas me siento reticente a abordar, nunca de forma definitiva, la cuestión. Parezco un estudiante perezoso al cual, el corte vacacional, le ha deformado su disciplina. Pero como dice el refrán: querer es poder. Y es por ello por lo que me atrevo a adentrarme -nunca buscando polémicas estériles y sin querer herir ni profundizar en lo más hondo de los sentimientos-en la situación actual de la U.D. Marbella y, por ende, en la de todos sus componentes.

He acudido esta tarde al estadio municipal para presenciar el partido que han disputado nuestros jugadores locales contra otro conjunto, de antaño, rival tradicional. Reconozco que es la primera vez que he desembolsado, para este menester, veinte euros por el pago de mi localidad de tribuna. Lo he hecho con agrado y esperaba que otros muchos más coincidieran en esta actitud. Es un ínfimo aporte económico como colaboración a la situación de los empleados y jugadores de la Entidad.


Sin duda el tema se ha trivializado en demasía jugando con intereses- personales y políticos- y sentimientos, en la mayor parte de los casos ajenos. Sin embargo al fondo y a la esencia de la cuestión no se le ha dado la importancia debida. Hoy releo la noticia aparecida en un medio de comunicación por la que se anuncia que el Ayuntamiento de Cádiz destinará 40 millones de euros de su capítulo de inversiones -lo que representa el 63% del total de este capítulo- a la construcción de una tribuna y complejo de oficinas del estadio de fútbol de la ciudad. La regidora (PP) destina su esfuerzo inversor a disposición de una sociedad privada -Cádiz, C.F.- que explota el estadio municipal.

Marbella cuenta también - al igual que una inmensa mayoría de ciudades españolas- con un estadio municipal que explota, en la actualidad, la U.D. Marbella. La inversión realizada en el mismo corre a cuenta de su propietario, el Ayuntamiento. Los beneficios generados por esta inversión en su mayor parte (uso, disfrute y explotación) lo son en favor del equipo de fútbol de superior categoría de nuestra localidad. Y, como en economía todo es cuantificable, deberíamos valorar a cuánto asciende la inversión del Ayuntamiento a favor de una entidad deportiva con carácter privado. Otro objeto de inversión lo sería, por parte del Ayuntamiento, en la participación directa del capital y de su gestión en la sociedad deportiva. Pero aquí nos encontramos con otra realidad: la U.D. Marbella no es una Sociedad Anónima Deportiva, al amparo de la actual reglamentación. No existen accionistas porque no existe sociedad.

A pesar de esta problemática los resultados deportivos, hasta el día de hoy, se pueden considerar de excelentes. Una plantilla y un cuadro técnico contratados a inicio de temporada, al amparo de un teórico presupuesto, que continúan realizando su labor sin que reciban, en los plazos acordados, su contraprestación económica. ¿Acaso los gestores-responsables no habían obtenido previamente la financiación suficiente para atender sus obligaciones?. Es evidente que no. Aún cuando existen variables en este capítulo, tales como el número de abonados; ingresos publicitarios y de taquilla o, en el otro lado, los gastos de fichas y sueldos de los jugadores es obvio que es muy difícil vivir del aire. Por eso, la primera financiación debería ser la de los propios abonados. Que mal me suena eso de "siento los colores del club"; "lleva el nombre de Marbella por todo los campos" y estereotipos similares. Si no conllevan un aporte económico, ¿de qué nos sirven?.

En el partido antes aludido los presentes, no éramos más de 600. Diría yo, que casi la mitad, lo eran del equipo rival. Eso demuestra lo fácil que es criticar sin la responsabilidad de la ayuda económica. Si de verdad queremos mantener un equipo, y que sus profesionales cobren lo pactado, procuremos que su financiación lo sea a cargo de los bolsillos de sus asociados. No caigamos en la demagogia.

El Ayuntamiento como Institución debe sufragar los servicios básicos de sus conciudadanos. El acceso y disfrute de la actividad deportiva es uno de estos servicios. Tradicionalmente nuestro Consistorio, a través de su Delegación de Deportes, viene suscribiendo con todas las Entidades Deportivas de la localidad un Convenio de Colaboración como ayuda al desarrollo de sus diversas actividades dentro del ámbito denominado: deporte base. En tiempos pasados, estas subvenciones cubrían prácticamente la totalidad de los gastos de los clubes deportivos. Este hecho ha generado acomodación en los usuarios confundiéndolo con la casi gratuidad.

Iniciada esta legislatura y, ante la evidencia del vacío en las arcas municipales, las subvenciones mediante los susodichos convenios se han reducido a la mínima expresión. En la mayor parte de los casos sólo cubren, de forma parcial, los gastos de desplazamientos de los clubes. Pero en lo que el Ayuntamiento no puede desdecirse, y por tanto debe asumir su total responsabilidad, es en no hacer efectivo los convenios legalmente suscritos en etapas anteriores. Esa es la parte que puede y debe reclamar la U.D. Marbella así como el resto de entidades deportivas. Pero nunca puede esta Entidad, ni el resto, exigir una ayuda económica para sufragar el coste económico de un proyecto deportivo que sus responsables ya programaron como inviable.

Para evitar en el futuro situaciones y hechos tan lamentables como los actuales, debe el Consistorio ( gobierno y oposición) definir claramente su política deportiva y dejar bien claro ante todos los interesados las diferencias claras entre subvención, financiación e inversión. Dejemos a un lado la demagogia y no juguemos con los sentimientos de las personas.

Salud, ciudadanos.

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