Por José Manuel Beltrán
Todos los informes europeos conocidos hasta la fecha sitúan a nuestro País, un año sí y otro también, a la cola en cuanto a hábitos de lectura se refiere. Las empresas editoriales, así como las librerías, especialmente interesadas en este aspecto - y no sólo en lo que se refiere a la cuestión de negocio- mantienen, que los números publicados en relación al año anterior siempre son menores. O se trata de una cuestión de calidad o, realmente, es que vamos perdiendo el interés por todo aquello que nos suponga un mayor esfuerzo que darle al botón de ¡yo que sé que maquinita! para matar marcianitos.
Los tiempos modernos mandan y nuestras costumbres se modifican al hilo de las nuevas tecnologías. No es que yo vaya a ir en contra de la modernización –de hecho, me aprovecho de ella ya con sólo escribir este artículo- pero, aún siendo más arcaico, no saben ustedes cuánto añoro escribir una carta, ¡como las de antes!, de mi propio puño y letra. Esa misma que, con una ilusión especial, el destinatario leía y releía tratando, en algunos casos, de descifrar determinados signos más temblorosamente escritos.
En las grandes ciudades –y en otras no tan grandes- de forma grata se han popularizado los diarios gratuitos. No sólo por una cuestión actual de crisis, sino porque se ahorran desembolsar el precio del diario, son muchas las personas que hacen uso del mismo. Un uso, que para que yo lo considere adecuado, no puede ser otro que el de la lectura. ¡Benditos profesionales y empresarios –los de estos medios- que de forma gratuita para el usuario, fomentan esta práctica!.
De puertas adentro – y cada cuál conoce su casa mejor que los demás- me atrevo a manifestar que nuestros adolescentes leen menos. Siempre ha sido una costumbre que el maestro o profesor –sobre todo el de Lengua y Literatura- te recomendase la compra y posterior lectura de un libro para, después, realizar un comentario del mismo. Esa era, y es, una lectura obligada y en buen número de casos sobre libros –lo siento, por decirlo así- poco amenos.
Es aquí dónde radica mi interés en esta cuestión. ¿Dónde están los tebeos que, cuidadosamente, coleccionábamos, intercambiábamos y leíamos en nuestra edad –la mía- adolescente?. ¿Quién se acuerda de el TBO; Pulgarcito; Jaimito; Lily? ¿ O los de aventuras, como el Capitán Trueno; El Guerrero del Antifaz; Jabato; Roberto Alcázar y Pedrín; Tintín; Astérix? ¿ O los de humor, como Zipi y Zape; Carpanta; El botones Sacarino; Mortadela y Filemón; Pepe Gotera y Otilio; 13 Rue del Percebe; Anacleto; Las hermanas Gilda; Rigoberto Picaporte? .
Incluso, para edades más adultas, ¿quién no recuerda publicaciones como La Codorniz o El Jueves?. Revistas satíricas con numerosas ilustraciones que, además de ser entretenida y divertida su lectura, eran impactantes por sus dibujos e ilustraciones. Grandes firmas de nuestros famosos dibujantes, como Mingote, Gila, Chumy Chúmez; Goñi daban cabida a escritores y periodistas como Miguel Mihura; Wenceslao Fernández Flórez; Lalo Azcona; Alfonso Sánchez; Angel Palomino; Alvaro de Laiglesia, y tantos y tantos otros.
Muy posterior a esta etapa, y por poco tiempo, se puso más de moda el cómic tratando de dar un halo de modernidad a las anteriores publicaciones. Aún cuando todavía, son numerosos sus seguidores, son pocos los sitios dónde de forma habitual se puedan conseguir. Superman; Spiderman; Batman fueron rápidamente sustituidos por formatos más modernos, bien por el video; el cine o las famosas consolas de juegos. Formatos, eso sí, que no pueden ser leídos.
Es así que, ahora, nuestros jóvenes y por qué no decirlo –también los menos jóvenes- leemos menos. Quizás sea una buena oportunidad para reeditar los tebeos, porque de la poesía ¡ ni hablamos ¡.
Salud, ciudadanos.
Todos los informes europeos conocidos hasta la fecha sitúan a nuestro País, un año sí y otro también, a la cola en cuanto a hábitos de lectura se refiere. Las empresas editoriales, así como las librerías, especialmente interesadas en este aspecto - y no sólo en lo que se refiere a la cuestión de negocio- mantienen, que los números publicados en relación al año anterior siempre son menores. O se trata de una cuestión de calidad o, realmente, es que vamos perdiendo el interés por todo aquello que nos suponga un mayor esfuerzo que darle al botón de ¡yo que sé que maquinita! para matar marcianitos.
Los tiempos modernos mandan y nuestras costumbres se modifican al hilo de las nuevas tecnologías. No es que yo vaya a ir en contra de la modernización –de hecho, me aprovecho de ella ya con sólo escribir este artículo- pero, aún siendo más arcaico, no saben ustedes cuánto añoro escribir una carta, ¡como las de antes!, de mi propio puño y letra. Esa misma que, con una ilusión especial, el destinatario leía y releía tratando, en algunos casos, de descifrar determinados signos más temblorosamente escritos.
En las grandes ciudades –y en otras no tan grandes- de forma grata se han popularizado los diarios gratuitos. No sólo por una cuestión actual de crisis, sino porque se ahorran desembolsar el precio del diario, son muchas las personas que hacen uso del mismo. Un uso, que para que yo lo considere adecuado, no puede ser otro que el de la lectura. ¡Benditos profesionales y empresarios –los de estos medios- que de forma gratuita para el usuario, fomentan esta práctica!.
De puertas adentro – y cada cuál conoce su casa mejor que los demás- me atrevo a manifestar que nuestros adolescentes leen menos. Siempre ha sido una costumbre que el maestro o profesor –sobre todo el de Lengua y Literatura- te recomendase la compra y posterior lectura de un libro para, después, realizar un comentario del mismo. Esa era, y es, una lectura obligada y en buen número de casos sobre libros –lo siento, por decirlo así- poco amenos.
Es aquí dónde radica mi interés en esta cuestión. ¿Dónde están los tebeos que, cuidadosamente, coleccionábamos, intercambiábamos y leíamos en nuestra edad –la mía- adolescente?. ¿Quién se acuerda de el TBO; Pulgarcito; Jaimito; Lily? ¿ O los de aventuras, como el Capitán Trueno; El Guerrero del Antifaz; Jabato; Roberto Alcázar y Pedrín; Tintín; Astérix? ¿ O los de humor, como Zipi y Zape; Carpanta; El botones Sacarino; Mortadela y Filemón; Pepe Gotera y Otilio; 13 Rue del Percebe; Anacleto; Las hermanas Gilda; Rigoberto Picaporte? .
Incluso, para edades más adultas, ¿quién no recuerda publicaciones como La Codorniz o El Jueves?. Revistas satíricas con numerosas ilustraciones que, además de ser entretenida y divertida su lectura, eran impactantes por sus dibujos e ilustraciones. Grandes firmas de nuestros famosos dibujantes, como Mingote, Gila, Chumy Chúmez; Goñi daban cabida a escritores y periodistas como Miguel Mihura; Wenceslao Fernández Flórez; Lalo Azcona; Alfonso Sánchez; Angel Palomino; Alvaro de Laiglesia, y tantos y tantos otros.
Muy posterior a esta etapa, y por poco tiempo, se puso más de moda el cómic tratando de dar un halo de modernidad a las anteriores publicaciones. Aún cuando todavía, son numerosos sus seguidores, son pocos los sitios dónde de forma habitual se puedan conseguir. Superman; Spiderman; Batman fueron rápidamente sustituidos por formatos más modernos, bien por el video; el cine o las famosas consolas de juegos. Formatos, eso sí, que no pueden ser leídos.
Es así que, ahora, nuestros jóvenes y por qué no decirlo –también los menos jóvenes- leemos menos. Quizás sea una buena oportunidad para reeditar los tebeos, porque de la poesía ¡ ni hablamos ¡.
Salud, ciudadanos.
Es verdad, cada vez se lee menos. Y si hablamos de los chavales, ya es de pena. Sí, porque, aunque en clase el profe de turno sigue mandándoles que se lean algún libro, sé de buena tinta que los muy joíos se van al "Rincón del vago" y se bajan el resumen del libro para, por lo menos, saber de qué va...
ResponderEliminarEn mi época había que leérselo, claro.
Pero sería que en mi época a la gente nos gustaba leer, y por eso, quizás, seguimos con esa afición.
Nos leíamos todo lo que caía en nuestras manos... Y los tebeos ya estaban gastados de tanto pasarles las hojas. De hecho, cuando éramos críos, en mi casa teníamos un montoncito de tebeos en el cuarto de baño.
A eso se le llama aprovechar el tiempo al cien por cien... jajaja
Un beso, Ciudadano. :)
tienes razón en tu reflexión!!!!!!!!!
ResponderEliminarlo niños y adolescentes leen mucho menos, tal vez estén mas incentivados con la compu, la play station, etc..........
nosotros jugábamos más al aire libre, con amigos reales y compartíamos la lectura de aventuras !!!
deberíamos volver a las fuentes, aparte de cultivarnos, nos sirve para no tener faltas de otrografía, que en los estudiantes, es una calamidad...........
un abrazo, amigo
Buenas José Manuel. En este tema, quizá sea mas raro que un piojo verde jejejeje. Lo digo porque siendo joven, siempre me ha apasionado la lectura. Eso sí, a mi me gusta la lectura que haga imaginar, la literatura fantástica. Libros como Harry Potter, Memorias de Idhun, El Señor de los Anillos forman los pilares básicos de lo que puede llamarse mis libros preferidos. También otros no tan fantásticos, como El niño del pijama de rayas (en su versión inglesa) o el Diario de Anna Frank (que todavía estoy por leer). Pero lo que más he odiado, es el tener que leer obligado. Y lo digo porque no hay mayor carga, y encima la comprensión del libro es casi nula, que leer un libro que no se adecua a la edad del lector. Cuando me llegó el momento de leer a Cervantes y su Don Quijote de la Mancha, no tenía mas de 15 años. Y el castellano antiguo y culto no facilitaban la lectura. Lo mismo pasó con la Colmena, El arbol de la ciencia, El libro del buen amor y un largo etcétera.
ResponderEliminarLa lectura es muy importante porque enriquece el vocabulario y fomenta la imaginación. Pero es que no puede forzarse y eso es algo que todavía no comprenden muchos. Incluso los más desilusionados con la lectura, leerán aquello que le interesa. Y en mi caso, lo facilita internet. Así que aunque se contradigan, las nuevas tecnologías y la lectura (como ahora mismo) están ligadas de cierta manera, e incluso condicionadas.
Un abrazo!
Te cuento, querido José, que aquí también se comenta que en España cada vez se lee menos, obviamente nunca se sabe cuánto hay de cierto. Aquí se realiza la Feria Anual del Libro y te puedo asegurar que es un evento de una magnitud internacional, cada año va más gente, la Feria está llena de gente todos los días, es increíble, y todos los años crece. También nunca entendí porqué en esta Feria los libros son carísimos, cuando debería ser lo contrario. Están todos los autores, firmando los ejemplares, realmente es una fiesta. Mi única experiencia fué que, cuando estuve en Madrid, justo se hacía la Feria del Libro, en El Retiro, por supuesto fuí y me llamó la atención la poca gente que había, eso es lo que yo ví, y yo sólo hablo de lo que veo. Ojalá se revierta la situación, pues España tiene unas editoriales mundialmente reconocidas.
ResponderEliminarBESOTES
No me da mucho el tiempo para leer un libro y leer la cantidad de post que hacen por día, pero si los chicos ya no leen como nosotros lo hicimos, cuentos, historias,etc.besos
ResponderEliminarTienes toda la razón, y la buena costumbre de leer se está perdiendo.
ResponderEliminarLa vuelta del Tebeo sería una buena forma de fomentar la lectura... qué buenos recuerdos me traen.
Un besito y feliz día
Muy buenas ciudadano de primera: me acuerdo de todos eso tebeos...Mis favoritos a todas horas eran los de mortadelo y filemon con el superintendente vicente ala cabez, 13 rue de percebe y recuerdo uno que era plurilopez y superlopez que también me gustaban...me empape toda la saga de star wars del momento en tebeo...y ademas a todas horas...mi madre me regañaba por que me los llevaba a la mesa a comer...pero salieron las nuevas tecnologias y claro el placer por la imaginacion se acaba...te lo daban to masticao...Mi mujer y yo les leemos a los pequeños unos cuentos siempre que van a dormir y tienen una estanteria llena de libros...es importatnte que nos vean leer pues de esa manera veran que los libros jamas pueden ser sustituidos por nada ni nadie...saludos.
ResponderEliminarEn casa leemos de todo. Tenemos desde mangas hasta clásicos, desde cómics de la Marvel, premios noble, novelas de aventuras, novelas hispanoamericans, hasta literatura juvenil. Soy una persona que se lee todas las semanas un libro, y en el mjor de los casos hasta dos. Me gusta mucho leer. Y siempre que voy a una feria del libro, hay gente. Es cierto que en el instituto nos mandaban leer ciertas cosas, que hoy por hoy las valoro, pero me hubiera gustado leer otras cosas.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños, blog literario.
Me ha encantado tu entrada J.Manuel!! y cuánta razón llevas.
ResponderEliminarBueno.. yo en casa aún tengo una buena colección de tebeos, (comics, según mi marido) de los de antaño: El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz, Tintín, Astérix .. y otros tantos...
A mi me encantaban los de 13 Rue del Percebe y los de Esther. El otro día en la FNAC vi que los estaban volviendo a sacar.
Creo que lo "bueno" siempre vuelve. Ya verás!!
Un beso fuerte!!
Es verdad todos esos comic, han desaparecido yo de jovencita leia las novelas de corin tellado..uyy y lloraba y todo..
ResponderEliminarahora con el poco tiempo que tengo leo cada noche un ratito me relaja mucho mas que mirar la tele, ahora estoy lellendo el medico de Noah Gordon, y ya estoy enganchada..
Un abrazo!!
Muchas gracias José, sos muy amable, como siempre.
ResponderEliminarBESOTES
Me acuerdo de los tebeos de Capitán Trueno, Jabato, Mortadelo y Filemón y otros que mi hermano mayor compraba. Me gustaban pero sobre todo los de Esther que empecé a coleccionar en mi adolescencia. Para la lectura de libros acudía asiduamente a la biblioteca municipal. De aquella época me impresionó el libro “El arte de amar” de Erich Fromm.
ResponderEliminarCuando empecé a trabajar y pude permitirme comprar libros fue uno de los primeros que adquirí. Desde entonces mi casa se ha llenado de libros de todo tipo: filosofía, psicología, arte, educación, política, novelas…. Y he llegado a tener tantos que por falta de espacio he tenido que donar muchos a la biblioteca de Marbella; otros los tengo empaquetados en el trastero para donarlos nuevamente pero aun no lo he hecho… ¡me da pena prescindir de ellos!; y otros los conservo en casa.
Y sigo comprando libros aunque apenas tenga espacio… Concretamente hoy he encargado uno de Fernando Marías: El mundo se acaba todos los días.
Un abrazo y encantada de conocer otro blog de un ciudadan@ de Marbella.
Hola Jo sé Manuel.
ResponderEliminarGracias por tu visita. Por supuesto que no sólo no me importa que me enlaces, es más estoy encantada... con lo poco que subo últimamente...
Estoy intentando llevarme el blog a otro servidor incluso hacer algunos cambios, pero no tengo mucho tiempo, por eso no enlazo, pero ya sé donde estás.
Bueno... yo sí me acuerdo de eso TBOs, de hecho ver a Lily entre ellos me ha llenado de nostalgia feliz. Lo que no sé es, con tantas mudanzas en mi vida, en qué lugar se quedaron.
En mi casa devoramos libros, cada cual tiene su género favorito aunque entre mis hijos la magia y fantasía ganan muchos puntos. Pero es verdad no compramos comics y de los tebeos...
Ahora se habla del libro electrónico. No sé qué sería de mí sin ese formato de pastas lleno de páginas.
Me ha encantado leerte.. vaya forma de engancharme hablando de lecturas.
Un abrazo desde bien cerquita.
Bueno yo recuerdo los tebeos del capitán trueno!! zipi y zape, aunque esos aun existen, mi hijo tiene alguno.
ResponderEliminarEs cierto que se lee menos, pero a mí siempre me ha gustado, ahora mismo estoy leyendo la papisa, lo recomiendo!! y mi adolescente está con el tercer libro de Eragon, la verdad que en mi casa solo leeemos el y yo.
Un besito ciudadano
Sabes lo que más lamento es que se haya perdido la costumbre de intercambiar tebeos, libros, revistas, de todo...Te acuerdas, por una peseta cuántos tebeos cambiabamos y además los cuidabamos mucho.
ResponderEliminarAh! y te digo Rubén que no eres un bicho raro. A mi tampoco me gusta leer obligada. De hecho los libros recomentados en el cole eran aburridísimos, sin embargo hay cositas por ahí muy interesantes para echarse a los ojos.
Muy bonito este homenaja a los tebeos de siempre. Muchos besitos